Menopausia y control de peso: claves contra el cáncer de mama, afirman expertos.

Martha, una mujer de 58 años, ha enfrentado desafíos de peso desde su juventud. Tras innumerables intentos de dietas buscando resultados rápidos, nunca imaginó que la acumulación de kilos podría ser un precursor de una enfermedad grave. Hace siete años, fue diagnosticada con **cáncer de mama**, un proceso cuyo tratamiento se vio complicado por su **obesidad**, alcanzando en ese momento los 102 kilogramos.

Aunque pueda parecer una relación indirecta, la obesidad es un factor de riesgo importante para diversas enfermedades crónicas, incluyendo la diabetes, ciertos tipos de cáncer, hipertensión arterial, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, así como afecciones articulares. En México, las cifras son alarmantes: el 37.3% de la población adulta presenta sobrepeso y el 38.9% padece obesidad. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) señala que la obesidad es significativamente más común en mujeres que en hombres.

Martha comparte su experiencia: “Pasé por dietas interminables, probé todo, y cada vez me sentía peor. Así llegué a la obesidad y, en 2017, me diagnosticaron cáncer. La radioterapia fue agotadora, y a pesar de todo, la obesidad persistía.”

El caso de Martha resalta la imperativa necesidad de **prevenir la obesidad en México**. La grasa corporal acumulada, particularmente después de la menopausia, puede crear un entorno propicio para el desarrollo de células cancerosas. El Dr. José Antonio Castañeda, cirujano bariátrico y metabólico, explica que el tejido graso produce estrógeno y otras hormonas que pueden estimular el crecimiento de tumores mamarios hormonodependientes. Esta valiosa información fue compartida con El Heraldo de México.

Además, la obesidad no solo incrementa el riesgo de padecer cáncer de mama, sino que también puede disminuir la efectividad de los tratamientos oncológicos, reducir las tasas de supervivencia y aumentar la probabilidad de recurrencia. Por ello, el Dr. Castañeda enfatiza la urgencia de una **conciencia integral sobre la salud**, especialmente durante octubre, mes dedicado a la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama.

La situación en México es crítica: en 2022 se diagnosticaron 23,790 nuevos casos de cáncer de mama en mujeres mayores de 20 años, y en 2023 se registraron más de 8,000 fallecimientos. Estos datos, provenientes del INEGI y la Secretaría de Salud, confirman al cáncer de mama como el tumor maligno más frecuente y la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres mexicanas.

La Intrincada Conexión entre Obesidad y Cáncer de Mama: Factores Clave y Prevención

Si bien el cáncer es una enfermedad multifactorial, la investigación científica ha identificado de manera contundente el exceso de peso como un **factor de riesgo significativo** para el desarrollo de al menos 13 tipos de cáncer, incluido el de mama. Estudios internacionales, como los publicados en The Lancet Oncology, revelan que las mujeres con obesidad enfrentan hasta un 20% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama tras la menopausia.

“La evidencia científica es clara: la obesidad, el aumento de peso en la edad adulta y especialmente después de la menopausia, están directamente asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama”, afirma el Dr. José Antonio Castañeda, con más de dos décadas de experiencia en el tratamiento de la obesidad. “Esto se explica porque el tejido adiposo funciona como un órgano endocrino que genera estrógenos y sustancias proinflamatorias que aceleran la progresión tumoral. En algunos casos, el exceso de grasa corporal puede dificultar la interpretación de estudios de imagen, retrasando así el diagnóstico temprano.”

La obesidad es una condición médica grave que promueve un **proceso inflamatorio crónico**, elevando el riesgo de desarrollar cáncer y demencia a edades tempranas. La relación es clara: a mayor grado de obesidad, el riesgo de desarrollar cáncer se incrementa significativamente, especialmente en personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 40.

“El desbalance entre el consumo de calorías y su quema resulta en la formación de tejido adiposo. Este tejido libera sustancias inflamatorias que alteran el microambiente celular, provocando cambios en el tamaño y la apariencia de las células, inmersas en una inflamación crónica que compromete sus funciones normales”, detalla el Dr. Castañeda.

Aspectos Fundamentales en la Relación Obesidad-Cáncer de Mama

• **Inflamación Crónica:** La obesidad desencadena un estado inflamatorio generalizado en el cuerpo, lo que puede crear un caldo de cultivo para el desarrollo de células cancerosas.
• **Resistencia a la Insulina:** El exceso de grasa corporal es un factor clave en el desarrollo de resistencia a la insulina, un estado que favorece el crecimiento de células de cáncer de mama.
• **Mecanismos Biológicos:** Se ha demostrado que la grasa corporal en exceso ejerce efectos biológicos directos que promueven el crecimiento y la metástasis del cáncer de mama.
• **Desregulación Hormonal:** El tejido graso es una fuente de estrógeno. En mujeres posmenopáusicas, las glándulas suprarrenales también producen estrógeno, y el tejido adiposo facilita su conversión a estrógeno circulante, alimentando tumores mamarios con receptores de estrógeno positivos.

¿Cómo la Obesidad Compromete la Efectividad de los Tratamientos contra el Cáncer de Mama?

El exceso de peso representa un desafío clínico significativo en el manejo de pacientes con cáncer de mama. Investigaciones publicadas en el National Cancer Institute de Estados Unidos y en JAMA Oncology evidencian que las mujeres obesas responden de manera menos favorable a las terapias hormonales y quimioterapias. Además, enfrentan un mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas y un proceso de recuperación más prolongado.

“La grasa corporal excesiva altera el metabolismo de los fármacos oncológicos y aumenta el riesgo de complicaciones postoperatorias, lo que resulta en un pronóstico menos favorable para estas pacientes”, advierte el Dr. Castañeda.

A esta compleja situación se suma un reto en México: el 90% de los casos de cáncer de mama se detectan en etapas avanzadas, limitando drásticamente la eficacia de los tratamientos y reduciendo las posibilidades de supervivencia.

Estrategias Efectivas para Prevenir la Obesidad y Reducir el Riesgo de Cáncer de Mama

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hasta el 40% de los cánceres son **prevenibles** mediante la adopción de un estilo de vida saludable. Esto incluye el control del peso corporal, una dieta equilibrada, la práctica regular de actividad física y la limitación del consumo de alcohol.

“La pérdida de peso sostenible en mujeres con obesidad no es una cuestión estética, sino una intervención médica que salva vidas. Al reducir la grasa corporal, se disminuyen los niveles de inflamación y estrógenos, lo que impacta directamente en la prevención del cáncer de mama y también en la reducción del riesgo de recurrencia”, subraya el especialista.

En casos de **obesidad severa**, el cirujano recomienda considerar procedimientos médicos como la cirugía bariátrica. Esta intervención no solo mejora la calidad de vida, sino que también optimiza los resultados oncológicos y previene numerosas enfermedades asociadas al exceso de peso.

“Es vital realizarse autoexploraciones mamarias, consultar al médico y examinar los ganglios linfáticos. Nadie está exento del cáncer, pero si se padece sobrepeso u obesidad, es fundamental ser conscientes del mayor riesgo. Considerar estos aspectos es clave para la prevención.”

En el marco del mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, es primordial adoptar un enfoque de **prevención integral**. Si notas que tu ropa te aprieta o has intentado sin éxito diversos métodos para perder peso, busca la orientación de un especialista para una evaluación y un plan de tratamiento adecuado. Es importante recordar que la automedicación o el uso de fármacos para la pérdida de peso sin supervisión médica no son recomendables, ya que no son aptos para todas las personas.