Contenido Esencial
México es un país rico en **tradiciones orales**, relatos que han tejido la trama de su identidad cultural y que resuenan en la conciencia colectiva. Estas narrativas extraordinarias no solo entretienen, sino que también ofrecen explicaciones a **diversos sucesos**, consolidándose como pilares de la identidad nacional.
Desde la escalofriante historia de la **Isla de las Muñecas**, pasando por la enigmática figura del **Charro Negro**, hasta la tétrica **Casa Negra de la Roma**, estos **relatos icónicos** forman parte inseparable del patrimonio cultural mexicano, portando **significados profundos** y ancestrales.
Para desentrañar el misterioso origen de la leyenda de La Llorona, comprender su perdurable relevancia y su profundo arraigo en la **cultura mexicana**, tuvimos la oportunidad de dialogar con **Brenda Ivette Delgadillo Hernández**. Ella es una reconocida narradora oral, conferencista y **docente** en programas culturales de la prestigiosa **UNAM**, brindando una perspectiva experta y documentada.
El Origen Ancestral de la Leyenda de La Llorona
Los orígenes de la mítica **leyenda de La Llorona** se pierden en la bruma de **tiempos remotos**. Las crónicas relatan que **Cihuacóatl**, deidad vinculada a las aguas y presagio de tiempos convulsos, habría advertido a Moctezuma sobre la inminente llegada de “seres del oriente” que traerían consigo desgracia y amenaza para sus dominios. Una profecía que, con el paso del tiempo, se interpreta como la llegada de los conquistadores españoles.
La diosa experimentó una profunda desolación ante el arribo de los invasores. Al ser testigo de las devastadoras consecuencias de la conquista y la caída de su amado pueblo, la aflicción la consumió. Es así como nace el mito de su **lamento eterno**, un eco desgarrador que resuena cerca de los cuerpos de agua, testimonio de su inconmensurable angustia.
Sin embargo, la Dra. Delgadillo Hernández nos ilumina sobre la evolución de esta narrativa, llevándonos a la **versión de La Llorona de la época colonial**. Esta etapa se centra en la tragedia de una mujer mestiza, cuyo amor por un hombre español se vio truncado. A pesar de tener dos hijos fruto de esta relación, el conquistador la abandonó y buscó arrebatarle a los pequeños.
En un acto desesperado y lleno de un dolor inimaginable, la madre, antes de quitarse la vida, sumerge a sus hijos en las aguas del río. De este evento desgarrador emerge el mito de la figura espectral que emerge de las aguas, eternamente en busca de sus descendientes perdidos.
“La leyenda cuenta que, al buscar los restos mortales de los niños, nunca los encontraron, pero sí a la mujer. Esto refuerza la creencia de que ella continúa su búsqueda incansable y su anhelo eterno”, compartió la experta, resaltando la profundidad del relato.
Hoy en día, la leyenda de La Llorona continúa mutando y generando nuevas interpretaciones. Algunas versiones la describen como una entidad maligna, cuya pena la impulsa a causar daño a quienes encuentra, en su interminable frustración por no hallar a sus hijos.
“Es la manifestación palpable de un dolor perpetuo. La historia perdura a través de los siglos como la incansable búsqueda de una madre por sus hijos, y se erige como un poderoso símbolo de la injusticia, el sufrimiento y la oscuridad latente en la naturaleza humana”, enfatizó la Dra. Delgadillo Hernández, subrayando la universalidad de los temas que aborda.

El Secreto de la Longevidad: ¿Por Qué Perduran las Leyendas a Través de los Siglos?
La Dra. Delgadillo Hernández explica que estas narrativas trascienden el tiempo y se conectan de manera profunda con eventos históricos de hace siglos, debido a una **necesidad humana intrínseca**: la de comunicar ideas, costumbres, resentimientos y afectos. “Si una historia ha perdurado tanto es porque los seres humanos seguimos experimentando las mismas emociones y sintiendo de manera similar. Incluso en la época prehispánica, el amor, el odio y el dolor eran sentimientos universales”, afirmó.
Al ser vehículos para expresar la riqueza de la cultura, la **identidad mexicana** y establecer un vínculo con nuestro pasado ancestral, leyendas tan emblemáticas como la de La Llorona, la Isla de las Muñecas, el Charro Negro, entre otras, logran mantenerse vibrantes y vivas, desafiando el inexorable paso del tiempo.
OdL
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