Inversión Privada en Energía en México: ¿Realidad o Mito bajo la 4T?
La reciente postura de la Secretaria de Energía, Luz Elena González, ha reavivado el debate sobre la inversión privada en el sector energético de México bajo la administración de la Cuarta Transformación (4T). Lejos de una prohibición, la visión oficial apuesta por una reconfiguración estratégica donde el Estado mexicano recupera un rol central, asegurando la sostenibilidad y el futuro energético del país.
La Sener Evalúa las Reformas Energéticas Pasadas
La titular de la Secretaria de Energía (Sener) ha calificado la reforma energética de 2013 como un “rotundo fracaso”. Esta contundente evaluación evidencia la urgencia de un nuevo enfoque. Según la Sener, la participación del capital privado en la generación de energía no está siendo limitada. La clave, bajo esta perspectiva, reside en que la conducción de la política energética recaiga en el Estado para garantizar la viabilidad a largo plazo y el beneficio nacional.
El Rol Fundamental del Estado en la Gestión Energética
La afirmación de que “la conducción de la energía debe estar en manos del Estado para dar viabilidad de largo plazo” no implica una exclusión total del sector privado. Más bien, sugiere una redefinición estratégica de roles y prioridades. El gobierno mexicano busca consolidar la soberanía energética, garantizar el acceso universal a la energía y orientar el desarrollo del sector hacia objetivos cruciales, como la transición energética y la seguridad del suministro eléctrico.
Inversión Privada en el Sector Energético: Un Equilibrio Estratégico
La Sener ha enfatizado que la administración de la 4T no restringe la inversión privada en energía. Por el contrario, busca establecer un marco de colaboración que priorice los intereses nacionales. Esto se traduce en una planificación y control más rigurosos de las inversiones, dando preferencia a proyectos que se alineen con la política energética gubernamental y fortalezcan el Sistema Eléctrico Nacional.
Beneficios Potenciales de un Nuevo Modelo Energético Mexicano
- Mayor Control y Dirección Estatal: El Estado puede optimizar la asignación de recursos e infraestructura energética para salvaguardar la seguridad nacional y promover el desarrollo social.
- Estabilidad y Viabilidad a Largo Plazo: Una planificación estatal robusta busca mitigar la volatilidad del mercado, asegurando un suministro energético confiable y a precios accesibles.
- Impulso Estratégico a la Transición Energética: El gobierno puede dirigir y fomentar activamente inversiones en energías renovables y tecnologías limpias.
- Garantía de Acceso Equitativo: Se persigue asegurar que la energía sea un derecho fundamental para todos los mexicanos, trascendiendo la mera dinámica comercial.
La visión oficial es clara: la inversión privada en la generación de energía es bienvenida, pero siempre dentro de un marco de gobernanza estatal. El objetivo es forjar un sector energético más fuerte, resiliente y verdaderamente al servicio de los intereses de México.
aDB


