Descubre el Viaje del Cometa 3I/ATLAS y Otros Visitantes Interestelares
La fascinante travesía del **objeto cósmico 3I/ATLAS** a través de nuestra vecindad galáctica está capturando la atención de la **comunidad científica internacional**. Expertos en astronomía y agencias espaciales de renombre, como la **NASA**, están desplegando **instrumentos de vanguardia** – incluyendo **satélites avanzados, observatorios espaciales y sondas robóticas** – para recopilar datos cruciales sobre este enigmático visitante interestelar.
Si bien el foco actual recae en el cometa ATLAS, es importante recordar que su llegada no es un evento sin precedentes. En años anteriores, ya hemos sido testigos del paso de otros objetos de origen extrarrectangular: el misterioso **1I/’Oumuamua** en **2017** y el cometa **2I/Borisov** en **2019**.
El primero de estos visitantes cósmicos, ‘Oumuamua, se estima que medía unos **400 metros de longitud** y habría surcado la Vía Láctea durante milenios antes de ser detectado. Borisov, por su parte, se desplazaba a una velocidad asombrosa de aproximadamente **177,000 kilómetros por hora**. La característica fundamental que une a ‘Oumuamua, Borisov y 3I/ATLAS es su indiscutible **origen interestelar**, proveniente de fuera de los límites de nuestro sistema solar.

3I/ATLAS: El Cometa Interestelar que Visita Nuestro Sistema Solar
El **cometa 3I/ATLAS** completó su paso por el **perihelio**, el punto más cercano al Sol, el pasado 30 de octubre. Pronto, emprenderá su trayectoria de mayor aproximación a nuestro planeta. Ante este evento astronómico, la **NASA** y la **Agencia Espacial Europea (ESA)**, junto a otras instituciones científicas, intensifican sus esfuerzos para recabar **datos detallados** que nos ayuden a descifrar los secretos de estos viajeros cósmicos.
Este fascinante cuerpo celeste transitará cerca de la Tierra en diciembre de 2025. Sin embargo, es crucial destacar que **no representa una amenaza para nuestro planeta**. Su punto de máxima cercanía se situará a 1.8 unidades astronómicas, lo que equivale a unos 270 millones de kilómetros, según las últimas informaciones proporcionadas por la NASA.
Recordemos a **1I/’Oumuamua**, cuyo nombre hawaiano significa “el primer mensajero de lejos”, detectado en **octubre de 2017** por el observatorio **Pan-STARRS1** de la **Universidad de Hawái**. Los telescopios espaciales **Hubble** y **Spitzer** de la NASA registraron su singular movimiento orbital a una velocidad de 38.3 kilómetros por segundo respecto al Sol.
En aquel entonces, los astrónomos calcularon que un objeto interestelar de la magnitud de ‘Oumuamua atraviesa nuestro sistema solar aproximadamente una vez al año. Sin embargo, debido a su **naturaleza esquiva y la dificultad para su detección**, estos visitantes habían permanecido en gran medida indetectados hasta entonces.
Posteriormente, **2I/Borisov** fue descubierto en agosto de 2019 por el astrónomo amateur **Gennady Borisov**. Meses más tarde, el telescopio Hubble capturó imágenes de este cometa interestelar mientras cruzaba la región interior de nuestro sistema a una velocidad cercana a los **177,000 kilómetros por hora**.
En marzo de 2020, Borisov mostró una **transformación notable en su apariencia**, evidenciada por la fragmentación de parte de su núcleo. En ese momento, se estimaba que Borisov, ya en su viaje de regreso al espacio interestelar, poseía un diámetro de 975 metros. Su alta velocidad impidió que el Sol lograra capturarlo en una órbita estable.

Observando 3I/ATLAS: Un Espectáculo Celeste al Amanecer
Recientemente, **Qicheng Zhang**, investigador posdoctoral del **Observatorio Lowell** en **Arizona**, EE. UU., logró avistar al **3I/ATLAS** en las primeras luces del **alba**. En declaraciones al medio especializado Space.com, Zhang destacó que el cometa es ahora un objetivo “relativamente **accesible para la observación matutina**” para cualquier aficionado equipado con un telescopio o una cámara adecuada.
Esta facilidad de observación se debe a las condiciones favorables de cielos despejados y un horizonte oriental despejado. “Actualmente, **su brillo es sutil**, presentándose como una nebulosidad ligeramente más difusa que las estrellas cercanas, pero se prevé que su visibilidad mejore en los próximos días”, añadió el investigador.
Zhang especula que el cometa podría alcanzar su máximo esplendor observable “en una o dos semanas”. No obstante, para su apreciación será necesario el uso de telescopios o cámaras con capacidad de largas exposiciones, a menos que ocurra un evento de eyección inesperado que aumente su brillo de forma súbita.
aDB


