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El Papa Francisco, líder espiritual de la Iglesia Católica, ha emitido un firme llamado a la conciliación en medio de la creciente tensión diplomática entre Estados Unidos (Washington) y Venezuela (Caracas). Dirigiéndose directamente al presidente estadounidense, Donald Trump, el Sumo Pontífice ha instado a evitar la intervención bélica como método para la remoción de Nicolás Maduro. En su lugar, ha propuesto el entendimiento mutuo y el diálogo como las vías más efectivas para alcanzar una solución pacífica y sostenible.
“Percibo la potencialidad de una intervención, e incluso de una incursión armada, en territorio venezolano. Sostengo que resulta más beneficioso explorar canales de comunicación y alternativas para propiciar un cambio, si esa es la intención de Estados Unidos”, compartió el Papa Francisco con los medios de comunicación durante su retorno de una importante gira internacional, su primera como líder de la Iglesia.
Con el objetivo primordial de prevenir un conflicto armado de gran escala entre ambas naciones, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de implementar medidas coercitivas económicas dirigidas específicamente a Venezuela. Se considera que estas acciones podrían ser un mecanismo efectivo para catalizar una transformación significativa dentro del país latinoamericano.
Detalles de la Conversación Telefónica entre Donald Trump y Nicolás Maduro
Informaciones recientes publicadas por el prestigioso medio estadounidense The New York Times han revelado la existencia de un intercambio telefónico entre el presidente Donald Trump y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro. Durante esta comunicación, se exploró la viabilidad de un encuentro formal entre ambos mandatarios, aunque actualmente no existen planes concretos para llevarlo a cabo. El secretario de Estado, Marco Rubio, también participó activamente en estas conversaciones.
Este diálogo telefónico se produjo en un momento crucial, poco antes de que la administración estadounidense designara formalmente al Cártel de los Soles como una organización terrorista transnacional. Según las revelaciones del Departamento de Estado (DOS), este grupo delictivo, del cual se presume que Nicolás Maduro y otros funcionarios de alto rango forman parte, ha sido señalado como responsable de “socavar la integridad del estamento militar, las agencias de seguridad, el poder legislativo y el sistema judicial” en Venezuela, desestabilizando las instituciones clave del país.
“Nicolás Maduro y sus allegados no representan la autoridad gubernamental legítima de Venezuela. El Cártel de los Soles, al igual que otras organizaciones terroristas internacionales ya designadas, como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa, son culpables de graves actos de violencia terrorista que afectan a toda la región, además de estar involucrados en el tráfico de estupefacientes hacia Estados Unidos y Europa”, se establece claramente en el comunicado oficial del DOS que formaliza la inclusión del Cártel de los Soles en su lista negra.
Las operaciones antidrogas llevadas a cabo por el gobierno de Estados Unidos, enfocadas en el combate al narcotráfico internacional con presuntas raíces en Venezuela, han incluido hasta la fecha acciones militares contra buques sospechosos de transportar estupefacientes. Estas operaciones, de gran envergadura, han resultado en un trágico saldo de 83 fallecidos, una cifra que lamentablemente sigue aumentando a medida que avanzan las investigaciones.
En el contexto de estas operaciones antidrogas, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, se encuentra en el ojo del huracán. Recientes publicaciones en el influyente periódico The Washington Post han expuesto detalles alarmantes que sugieren que un navío fue blanco de múltiples ataques con el presunto objetivo de eliminar a todos sus ocupantes sin excepción.
Los hechos que han generado esta polémica ocurrieron a principios de septiembre. Un potente misil impactó una embarcación, causando la muerte de la mayoría de la tripulación. Tras el estallido y la disipación del humo, los responsables del ataque habrían constatado la supervivencia de dos personas. Ante esta circunstancia, y bajo la supuesta directriz de Hegseth de “liquidar a todos”, el comandante de Operaciones Especiales habría autorizado un segundo impacto. Este ataque secundario resultó en la completa desintegración de los individuos que aún permanecían con vida.
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