La celebración del Día de Muertos se acerca, un momento lleno de rica gastronomía mexicana y ofrendas cargadas de significado. Entre los elementos más icónicos de esta festividad se encuentra el pan de muerto, un símbolo culinario que representa la esencia de quienes nos precedieron y la conexión entre la vida y la muerte.
Su forma circular evoca la eternidad de la existencia, mientras que las “lágrimas” o “huesos” en su superficie rinden homenaje a aquellos que han partido. Tradicionalmente horneado con el distintivo aroma de azahar y la frescura de la cáscara de naranja, este pan es una invitación a la memoria, la pureza y el reencuentro espiritual durante los días 1 y 2 de noviembre.
Paralelamente, la flor de cempasúchil, conocida como la “flor de muertos”, simboliza la fuerza del sol, la vitalidad y la luz que guía a las almas desde el más allá. Su vibrante color dorado y su perfume penetrante son un faro que ilumina el camino de los fallecidos hacia los altares. Por ello, sus pétalos se utilizan para crear senderos y ofrendas que marcan la ruta espiritual, uniendo así el mundo de los vivos con el de los espíritus.
Descubre el Sabor Único del Helado de Pan de Muerto y Flor de Cempasúchil en la Ciudad de México
Este año, vive la magia del Día de Muertos a través de experiencias gastronómicas innovadoras. La heladería Meyvi Helados te invita a redescubrir dos de los protagonistas de esta tradición: el inconfundible pan de muerto y la emblemática flor de cempasúchil, ahora en deliciosas y refrescantes versiones heladas.
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