Inseguridad y Poca Competencia: Los Villanos Ocultos de la Inflación en México
La economía mexicana se enfrenta a dos desafíos estructurales de gran envergadura que minan el poder adquisitivo de los ciudadanos y dificultan el control efectivo de precios: la omnipresente inseguridad, con la extorsión como su manifestación más perjudicial, y una competencia de mercado que a menudo resulta insuficiente. Estas dos fuerzas, actuando de manera conjunta, ejercen una presión constante y significativa sobre la inflación, un fenómeno que el Banco de México (Banxico) vigila con suma atención.
El Impacto Devastador de la Extorsión en la Economía Mexicana
La extorsión, en sus múltiples y variadas formas, se ha consolidado como un lastre insostenible para la economía nacional. Más allá del daño directo infligido a las víctimas, esta práctica ilegal genera sobrecostos considerables para las empresas mexicanas. Estos gastos adicionales, ya sea en forma de pagos directos a los perpetradores o como resultado de la implementación de medidas de seguridad reforzadas, terminan inevitablemente trasladándose al consumidor final a través de un incremento en los precios de los productos y servicios.
“La inseguridad prevaleciente en el país, particularmente la extorsión, junto con la limitada competencia en numerosos mercados, constituyen problemas estructurales con un impacto directo en la inflación”, afirmó Jonathan Heath, reconocido subgobernador del Banco de México (Banxico). Estas declaraciones resaltan la gravedad de una problemática que trasciende la esfera pública, afectando de manera palpable el presupuesto de miles de familias mexicanas.
Los negocios, tanto pequeños emprendimientos como grandes corporaciones, se ven forzados a operar en un ambiente de elevada incertidumbre, lo que desalienta la inversión productiva y la expansión de sus operaciones. La necesidad de desviar recursos financieros para mitigar los riesgos derivados de la extorsión supone una merma del capital que podría ser canalizado hacia la mejora de la productividad, la innovación tecnológica o la optimización de procesos, elementos esenciales para mantener los precios bajo control y estimular un crecimiento económico robusto.
La Ausencia de Competencia: Un Freno para Precios Justos en México
De manera paralela a la problemática de la inseguridad, la escasa competencia que caracteriza a diversos sectores del mercado mexicano representa otro factor determinante en la persistencia y el agravamiento de la inflación. Cuando la oferta de un sector está concentrada en pocas empresas, la presión para ofrecer precios atractivos y competitivos se ve considerablemente reducida. Esto permite a los actores establecidos mantener márgenes de ganancia elevados, incluso en situaciones donde los costos de producción no justifican dichos niveles de precios.
La falta de una competencia saludable restringe significativamente las opciones disponibles para el consumidor, viéndolo obligado a aceptar los precios que el mercado, en su configuración actual, le impone. Esta situación se agrava aún más cuando la inseguridad también ejerce su influencia, dificultando la entrada de nuevos competidores al mercado y consolidando así el poder de los actores ya establecidos, perpetuando un ciclo de precios elevados.
El Impacto Dual en la Inflación Mexicana
La confluencia de la extorsión y la falta de competencia genera un círculo vicioso perjudicial que impacta negativamente en la economía mexicana:
- Incremento Sostenido de Costos: La inseguridad eleva de forma considerable los costos operativos y logísticos de las empresas.
- Debilitamiento de la Presión Competitiva: La ausencia de una competencia robusta disminuye el incentivo para que las empresas absorban o mitiguen estos costos crecientes.
- Traslado Directo a Precios: Las empresas, ante la imposibilidad de absorber los costos adicionales y la falta de un mercado competitivo que las impulse a ser más eficientes, terminan por trasladar íntegramente estos incrementos al consumidor final.
- Inflación Persistente y Erosión del Poder Adquisitivo: El resultado es una inflación que se mantiene elevada, erosionando el poder de compra de los mexicanos y generando un clima de incertidumbre económica generalizada.
Para Jonathan Heath y la institución del Banco de México, abordar estas problemáticas de índole estructural no es únicamente una cuestión de política monetaria, sino una necesidad imperativa para sentar las bases de una economía mexicana más sólida, equitativa y caracterizada por la estabilidad de precios para todos sus ciudadanos. La lucha contra la inseguridad y el fomento de una competencia real y efectiva son pasos fundamentales para construir un México donde la prosperidad sea un objetivo alcanzable para cada mexicano.
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