Norma Lazo saca a la luz la historia de una espía secreta.

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Descubre la Ciudad de México de 1942: En un México afectado por la Segunda Guerra Mundial y sus impactos, como los cortes de energía que alteraban la vida diaria, emergió una figura femenina pionera en territorios dominados por hombres: Ana María Dorantes. Su labor se desenvolvió en el **periodismo de sucesos y el enigmático mundo del espionaje**, dejando una huella histórica que merece ser rescatada.

Inspirada por este enigmático personaje, la aclamada escritora Norma Lazo presenta “La visible oscuridad”, una cautivadora novela de intriga con un potente trasfondo histórico. Esta obra literaria profundiza en las complejas dinámicas de poder, la imperante impunidad y las profundas secuelas de la violencia de género, resonando con los problemas actuales.

“La novela se enfoca en una mujer real que jugó un papel crucial en la operación para capturar al temido ‘Estrangulador de Tacuba’. Me sorprendió enormemente que un hecho de tal relevancia hubiera permanecido prácticamente en el olvido hasta ahora”, comparte Lazo en una reveladora entrevista.

Ana María Dorantes, parte fundamental del Servicio Secreto Mexicano de aquella época, fue instrumental en la investigación que culminó con el arresto de Gregorio Cárdenas, uno de los criminales en serie más notorios del país.

“Mientras él acaparaba extensos reportajes y menciones en todas las publicaciones, ella apenas es citada de pasada, sin detalles biográficos, sin reconocimiento alguno, sin una narrativa que honre su vida”, lamenta la autora.

Publicada por la prestigiosa editorial Penguin Random House, la novela comienza desentrañando la misteriosa desaparición de Alicia Sierra, una estudiante de química e hija de un influyente general. Este caso desata una sombría revelación: una serie de homicidios de mujeres cuyos cuerpos permanecían ocultos en el patio del principal sospechoso. Sin embargo, cuando las autoridades creen haber resuelto el enigma, un nuevo y escalofriante hallazgo reescribe por completo la investigación.

“En la trama, la investigación se ramifica a través de varios personajes clave: el joven y prometedor fotógrafo Manuel Artigas, conocido como ‘el Pollo’, el experimentado periodista Haghenbeck, y las agudas agentes Ana Terán y Leticia Ordóñez. Todos estos personajes se inspiran en figuras reales, incluyendo a la inolvidable Dorantes”, explica la autora. Su objetivo no fue crear un relato puramente histórico, sino “una obra de ficción con un sólido fundamento real, una reimaginación audaz nacida de la realidad”.

“La trayectoria de Ana María Dorantes se ha desvanecido de los registros oficiales; lamentablemente, no existen archivos históricos detallados ni crónicas periodísticas que documenten su labor. Por esta razón, intentamos la colaboración de una historiadora experta, pero la información obtenida fue mínima. Fue en ese momento que comprendí la urgencia y la necesidad de narrar su historia, aun si debía hacerlo a través del poder transformador de la ficción”.

Además, la autora subraya que uno de los aspectos más trascendentales de su novela es la forma innovadora en que aborda la violencia:

“Mi generación creció consumiendo películas de suspenso donde las víctimas eran a menudo reducidas a meros elementos narrativos. Hoy, considero que esa representación es profundamente injusta y deshumanizante”.

En la cautivadora narrativa de “La visible oscuridad”, las figuras femeninas trascienden su rol de víctimas anónimas:

“Poseen identidades únicas, ricas trayectorias vitales, y profundos lazos afectivos”, destaca Lazo, quien ha dedicado un esmero excepcional a relatar sus experiencias con la máxima dignidad y respeto, evitando rigurosamente cualquier forma de sensacionalismo barato.

 

MAAZ

 

OdL

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