El sector agrícola en Nayarit enfrenta una crisis sin precedentes, exacerbada por las recientes e intensas precipitaciones. Estas condiciones climáticas extremas han desencadenado pérdidas devastadoras, impactando severamente la producción de cultivos clave como la hoja de tomatillo y la sandía, con afectaciones que alcanzan hasta un 70% en zonas productoras como Santiago Ixcuintla y Compostela. Así lo confirmó Carlos Castillón, figura prominente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) a nivel estatal.
El representante agrario explicó que la acumulación excesiva de agua, consecuencia directa de lluvias torrenciales y el paso de sistemas ciclónicos por la costa de Nayarit, ha provocado inundaciones generalizadas y daños irreparables en las parcelas de cultivo.
“Las tormentas recientes y los huracanes que han rozado nuestras costas nos han sumido en esta difícil situación. En un momento en que deberíamos estar preparando la tierra para la siembra de cultivos esenciales como el frijol o el sorgo, numerosos agricultores están experimentando pérdidas económicas millonarias”, lamentó Castillón.
Impacto Económico y Cultivos Dañados en Nayarit: Un Desafío para el Campo
La Confederación Nacional Campesina (CNC) ha identificado las regiones de Las Varas, San Blas, Santiago Ixcuintla y Compostela como las más afectadas. El desbordamiento de ríos en estas áreas ha devastado las zonas agrícolas de menor altitud.
Se estima que la pérdida de cultivos abarca entre 400 y 500 hectáreas en estas localidades, generando un impacto económico directo que ronda los 15 mil pesos por hectárea damnificada.
“Francamente, en el caso específico del tomatillo, muchos productores se han visto obligados a abandonar sus planes de siembra. He tenido conversaciones con colegas que han perdido la totalidad de sus plantaciones de tomatillo. Hablamos de un 60% a un 70% de afectación en las áreas bajas”, detalló el líder agrario.
Más allá de la pérdida de las cosechas, el perjuicio más significativo para los campesinos nayaritas radica en la inversión realizada en la preparación y mantenimiento de sus siembras. La esperanza depositada en estas cosechas, que representaban su fuente principal de ingresos, se ha visto frustrada, especialmente después de una prolongada sequía que ya había mermado su capacidad productiva.
Perspectivas y Estrategias para el Futuro Agrícola Nayarita
A pesar de este desalentador panorama, es importante señalar que las abundantes precipitaciones han sido beneficiosas para otros cultivos estratégicos como el frijol y el sorgo, especies que prosperan en condiciones de alta humedad. Sin embargo, la saturación de los terrenos bajos obliga a los agricultores a reevaluar sus estrategias de siembra y a explorar alternativas para mitigar las pérdidas y recuperar, en la medida de lo posible, su capital invertido.
“En cuanto a la sandía, se buscará una replantación si la condición del suelo lo permite. De no ser así, los productores deberán considerar cultivos alternativos como el pepino o la calabaza, dado que los plazos de siembra para la sandía y el tomatillo están expirando rápidamente”, explicó Castillón.
El dirigente de la CNC hizo un urgente llamado a las autoridades gubernamentales, tanto a nivel estatal como federal, para que evalúen la implementación inmediata de programas de apoyo al sector agrícola. Este sector no solo se enfrenta a los estragos de las lluvias recientes, sino también a un clima cada vez más impredecible que pone en riesgo la estabilidad económica del campo nayarita.
Esta crisis ha sumido a cientos de familias campesinas en una profunda adversidad, evidenciando la vulnerabilidad del sector rural de Nayarit ante el cambio climático y la apremiante necesidad de fortalecer las políticas de apoyo, prevención y resiliencia en la producción de alimentos del estado.
OdL
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