La coinfección crónica por coronavirus, popularmente conocida como Covid prolongado, se ha consolidado como una de las secuelas más importantes y desafiantes de la pandemia. Estudios recientes indican que un significativo 10% de los afectados continúa experimentando síntomas asociados a esta condición, un fenómeno que en El Heraldo de México detallamos a continuación.
A nivel global, un número considerable de individuos se enfrenta a **padecimientos crónicos e incapacitantes** mucho después de haber superado la fase aguda de la infección. Entre los síntomas recurrentes se destacan una fatiga extrema, la denominada “niebla mental” o confusión cognitiva, y malestares físicos que pueden persistir hasta por un año completo.
Sin embargo, la naturaleza y evolución de esta afección varían enormemente entre las personas, lo que ha dificultado su diagnóstico temprano, comprensión profunda y desarrollo de tratamientos efectivos. Para arrojar luz sobre esta compleja condición, investigadores del prestigioso Hospital General de Massachusetts, en los Estados Unidos y parte del sistema Mass General Brigham, han liderado estudios innovadores.
El Impacto del Covid Persistente: Una Décima Parte de Pacientes Afectados
El ambicioso programa de investigación, denominado *Investigación de COVID para la Mejora de la Recuperación*, se diseñó específicamente para analizar las **secuelas virales a largo plazo** y establecer estrategias de manejo y recuperación más eficientes. Sus hallazgos son reveladores: el Covid persistente no se manifiesta de forma uniforme; de hecho, se han identificado hasta ocho patrones distintos de desarrollo, categorizados por la duración, severidad y variabilidad de los síntomas experimentados por los pacientes.
Este exhaustivo estudio incluyó el seguimiento de 3,659 adultos que contrajeron COVID-19 por primera vez durante el apogeo de la variante Ómicron, a partir del 1 de diciembre de 2021. Los participantes fueron sometidos a encuestas detalladas cada tres meses, extendiéndose el seguimiento hasta 15 meses después de la infección inicial, permitiendo una visión prolongada de su recuperación.
Los resultados preliminares confirmaron que el **10.3% de los participantes aún presentaban síntomas notables a los tres meses** post-infección. Sorprendentemente, el 81% de este grupo continuó manifestando sintomatología al cumplirse el primer año, ya sea de manera constante o intermitente. El estudio también señaló que las mujeres y aquellos que requirieron hospitalización durante la fase aguda de la enfermedad mostraron una mayor tendencia a desarrollar secuelas severas y de larga duración, siendo el **Covid prolongado en mujeres** una observación destacada.
Comprendiendo las Manifestaciones a Largo Plazo del COVID-19
La investigación ha desglosado las diferentes trayectorias que puede seguir el Covid prolongado, ofreciendo una visión más matizada de la enfermedad. Estas trayectorias incluyen:
- Carga sintomática persistente y elevada: Individuos cuyos síntomas se mantuvieron por encima del umbral de Covid prolongado en todas las evaluaciones del estudio de 15 meses.
- Carga sintomática alta e intermitente: Pacientes que experimentaron síntomas severos de Covid prolongado de forma irregular a lo largo del estudio.
- Mejora gradual con carga sintomática moderada: Aquellos cuyos síntomas de Covid prolongado disminuyeron progresivamente con el paso del tiempo.
- Recuperación con síntomas leves: Individuos que, tras la fase aguda, presentaron síntomas persistentes leves, casi nulos o inexistentes después de seis meses.
- Empeoramiento progresivo de la sintomatología moderada: Participantes que vieron sus síntomas agravarse gradualmente a lo largo del periodo de observación.
- Síntomas con agravamiento tardío: Pacientes cuya condición empeoró significativamente al acercarse al decimoquinto mes de estudio.
- Carga sintomática constante y leve: Individuos que experimentaron síntomas de baja intensidad de forma continua durante toda la duración de la investigación.
- Carga sintomática mínima o nula a lo largo del tiempo: Personas que reportaron síntomas mínimos o la ausencia de ellos durante todo el periodo de seguimiento.
Estos hallazgos son cruciales para la comunidad médica y los pacientes, ya que ofrecen una comprensión más detallada de la heterogeneidad del Covid prolongado, facilitando así el desarrollo de estrategias de diagnóstico y tratamiento más personalizadas y efectivas. El seguimiento de estas trayectorias es fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes padecen las consecuencias a largo plazo de la infección por SARS-CoV-2.
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