Fin de la paralización estatal y el camino a la normalización.

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El reciente cierre parcial del gobierno de Estados Unidos, que se extendió por 43 días, ha concluido, pero la normalidad aún está lejos de ser alcanzada para cientos de miles de empleados federales que han regresado a sus puestos.

Las repercusiones del parón se siguen sintiendo. La interrupción de vuelos persistirá hasta que el personal de control aéreo recupere plenamente su operatividad. Según informes de CNN, los empleados que trabajaron sin recibir sueldo durante semanas deberán esperar para cobrar sus pagos retroactivos. Además, se esperan retrasos significativos en la asignación de subvenciones para investigación y es probable que se cancelen próximas publicaciones de datos económicos clave.

La reincorporación a las labores implica la revisión de un enorme volumen de correos electrónicos y mensajes de voz acumulados durante casi dos meses. Cabe destacar que el acuerdo de financiación alcanzado incluye pocas medidas que impidan al presidente republicano, Donald Trump, retener fondos en el futuro.

El impacto económico de este cese de actividades gubernamentales ha sido considerable. La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del Congreso, una entidad independiente y no partidista de EE. UU., estima que la paralización provocó una desaceleración de 50 mil millones de dólares en la actividad económica nacional. Esta cifra se traducirá en una reducción proyectada del 1.5% en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense para el presente año.

A pesar del retorno al trabajo de miles de empleados federales, la sombra de la incertidumbre sobre su estabilidad laboral y situación financiera continúa siendo un desafío palpable.

CONTROVERSIAS REVELADORAS Y CONEXIONES INESPERADAS

En un giro de acontecimientos sorprendentes, el antiguo príncipe Andrés se encontró envuelto en la controversia relacionada con Jeffrey Epstein, condenado por delitos sexuales. En un intento por distanciarse del escándalo, se desvelaron comunicaciones que apuntan a una conexión más profunda.

Un correo electrónico de 2011, proveniente de una persona identificada en los registros de Epstein como “El Duque”, revela un mensaje: “Ya no puedo soportar esto”. Este fragmento forma parte de una extensa colección de correos electrónicos parcialmente censurados que arrojan luz sobre las actividades de Epstein.

Catorce años después de esta comunicación, el antiguo duque de York ha sido despojado de todos sus títulos reales, incluyendo el de príncipe con el que nació. Este hecho marca un punto de inflexión significativo en su trayectoria pública.

Paralelamente, los registros de Epstein sugieren intentos de mediar en asuntos de alta política. Poco antes de la cumbre de 2018 en Helsinki, entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, Epstein exploró vías para establecer contacto con Moscú.

“Podría sugerirle a Putin que Lavrov se comunique conmigo si busca comprender a Trump”, escribió Epstein, revelando sus supuestas aspiraciones de influir en las relaciones internacionales a través de sus contactos.

 

 

OdL

aDB

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