Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), honra la memoria de su padre, don José Sulaimán Chagnón, en Reynosa. El evento, cargado de emotividad, reunió a figuras clave del boxeo y destacó la profunda conexión familiar del líder del WBC con la ciudad.
Durante su visita, Sulaimán se reencontró con leyendas del deporte, incluyendo al icónico púgil de Reynosa de los setenta, Roberto Rubaldino. El recuerdo de su infancia, jugando a ser boxeador e imitando a Rubaldino, fue un momento conmovedor compartido por Mauricio Sulaimán.
“De niño, jugaba a ser boxeador e imaginaba que era Rubaldino. Me aprendí su nombre porque era inusual y se me quedó grabado en la memoria”, compartió Mauricio, reflejando la influencia del boxeo y la pasión que su padre le transmitió desde siempre.
En una ceremonia especial, Mauricio Sulaimán estuvo acompañado por campeones mundiales como Erik “Terrible” Morales, Cristian Mijares, José Luis Castillo, Carlos Zárate y Alfonso Zamora. El presidente municipal de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, otorgó una distinción en memoria de don José Sulaimán, reconociendo su invaluable legado y su impacto en la proyección internacional de Tamaulipas y México.
Se inauguró la exposición “Verde y Oro. José Sulaimán. De vuelta a mis raíces”, una muestra curada por Alicia de León y Cuyo Durán. Esta exhibición presenta una colección de objetos históricos, fotografías, chaquetas de campeones y guantes autografiados, que narran la historia de un hombre que transformó el boxeo moderno con una visión humanista y global.
Honrando el Legado de Don José Sulaimán en Reynosa
Como parte central del homenaje, se presentó el Cinturón Reynosa, una pieza de diseño exclusivo en verde y dorado que simboliza la identidad de Tamaulipas. Este prestigioso cinturón será el premio para el vencedor del próximo combate entre el mexicano Miguel “Alacrán” Berchelt y el venezolano Edixon Pérez.
Para Mauricio Sulaimán, regresar a Reynosa, la ciudad donde nacieron sus padres y donde se casaron, representó un profundo reencuentro con sus orígenes y los valores fundamentales que definieron a su familia.
“Me siento muy reconfortado. Esta semana ha sido un abrazo cálido para la familia Sulaimán Saldívar. Siento que mi padre está más presente que nunca”, expresó conmovido.
Consciente del peso de su apellido, Mauricio Sulaimán enfatiza que honrar el legado de su padre no es una carga, sino una motivación. “Nunca ha sido un desafío. Me impulsa y me compromete a perpetuar los principios y valores que él defendió a lo largo de su vida. Eso es lo que me guía en mi día a día”, afirmó, reafirmando su dedicación a mantener vivo el espíritu del WBC y el legado de su padre.
OdL
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