Diciembre es sinónimo de festividades y, este año, España se prepara para un fin de semana excepcionalmente largo. El viernes 6 de diciembre marca el inicio de una pausa extendida en la rutina habitual, similar a lo que en otras culturas se conoce como un “puente festivo”, permitiendo disfrutar de más tiempo libre.
A este generoso descanso se suma la importante celebración del 8 de diciembre, dedicada a la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Esta festividad, de carácter inamovible y de precepto, tiene un impacto directo en el calendario laboral y educativo en todo el territorio español, desde la península hasta sus islas.
El 8 de Diciembre: Un Feriado Nacional Confirmado en España
La oficialidad de este esperado día festivo, el 8 de diciembre, ha sido ratificada y publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Este importante documento legal confirma la paralización de las actividades laborales y educativas en conmemoración de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. La naturaleza no sustituible de esta fiesta garantiza su celebración en la fecha establecida a nivel nacional.
La festividad del 8 de diciembre es de profunda relevancia histórica y cultural en España, arraigada en la tradición católica. Sus orígenes se remontan al siglo XV, consolidándose a lo largo de los siglos. El reconocimiento de la Santísima Virgen María como concebida sin pecado original por el Papa Pío IX en 1854 reforzó la devoción que ya estaba firmemente establecida en la sociedad española.
Además de su significado religioso, la Inmaculada Concepción ostenta el título de patrona de la Infantería Española desde 1892, añadiendo una dimensión histórica y militar a su celebración. La fecha del 8 de diciembre se fijó estratégicamente, calculando nueve meses previos al 8 de septiembre, día que conmemora el nacimiento de la Virgen María, creando así un calendario litúrgico cohesivo.
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