Revelan Oscuros Secretos de la Guerra de Bosnia: La Verdadera Caza Humana Detrás del Conflicto
El conflicto de Bosnia-Herzegovina (1992-1995), a pesar de haber concluido hace décadas, continúa desvelando horrores inimaginables. Más allá de las crónicas de atrocidades y genocidio documentadas por corresponsales internacionales, ha emergido una práctica macabra que redefine la crueldad humana: una caza humana organizada donde individuos adinerados pagaban por el derecho a disparar a personas inocentes. Esta abominable forma de “safari humano” ha sido expuesta veinte años después por el incansable reportero Ezio Gavezzani, quien cubrió la guerra en los Balcanes.
La Sombra de la “Caza Humana” en las Inmediaciones de Sarajevo
Gavezzani ha aportado información crucial a la Fiscalía de Milán sobre un médico cirujano italiano, originario de esa región, presuntamente involucrado en estas sangrientas “cacerías” hace más de veinte años. Los escenarios de estos actos atroces se situaban en las inmediaciones de Sarajevo, la ciudad que sufrió el mayor embate de las hostilidades entre Bosnia y Serbia. Este devastador conflicto fue el resultado directo de las profundas tensiones políticas y religiosas que fracturaron la antigua Yugoslavia.
El Asedio de Sarajevo y los Crímenes de Guerra
Sarajevo fue sometida a un asedio prolongado bajo el mando del general serbio Radovan Karadzic y Ratko Mladic, apodado el “Carnicero de Bosnia”. Ambos líderes fueron posteriormente condenados en el Tribunal de La Haya por crímenes de guerra, incluyendo el genocidio de Srebrenica, un evento que se considera la peor masacre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Identificados Tres Italianos Implicados en la “Caza Humana” en Bosnia
La investigación de Gavezzani ha arrojado luz sobre la participación de tres ciudadanos italianos en esta deplorable actividad. Los habitantes bosnios de Sarajevo no solo soportaron bombardeos y ataques constantes, sino también la interrupción sistemática de servicios básicos como el suministro de agua y electricidad durante los años del conflicto. Paradójicamente, fue en las afueras de esta ciudad, aún marcada por las cicatrices de la guerra, donde individuos adinerados procedentes de Europa, Rusia y América encontraban la oportunidad de saciar su perversa sed de violencia, disparando contra hombres, mujeres y niños.
Los acaudalados participantes, según la investigación, contaban con la protección de milicias serbias. Sus viajes a Bosnia se iniciaban en la ciudad italiana de Trieste, de donde provenía uno de los individuos implicados. La investigación también ha identificado a un médico cirujano residente en Milán y a otro hombre de negocios oriundo de Turín.
“Aunque estas acciones puedan parecer propias de individuos desalmados, Gavezzani señaló que ‘no eran mercenarios ni fanáticos. Eran abogados, empresarios, contadores’, personas con profesiones respetables, negocios y vidas aparentemente normales, quienes además poseían habilidades de tiro, con permisos y entrenamiento.”
Los individuos involucrados en estos actos abominables podrían enfrentarse a juicios por crímenes de guerra, una categoría de delito que, por su gravedad, no prescribe. La revelación de estos detalles añade una capa más de horror a un conflicto ya de por sí trágico, poniendo de manifiesto la depravación a la que puede llegar la humanidad.
aDB
