Aviso científico: La corriente oceánica más potente que la del Golfo, ahora debilitada, anticipa consecuencias graves.

3 min. Lectura

Una monumental corriente oceánica que envuelve la totalidad de la Antártida, conocida como la Corriente Circumpolar Antártica (CCA), está generando seria preocupación entre la comunidad científica. Este vital sistema acuático, que moviliza un volumen de agua cien veces superior al del río Amazonas y supera en potencia a la Corriente del Golfo en cinco ocasiones, actúa como un cinturón líquido indispensable para la regulación térmica del planeta. Su función es crucial en la distribución de agua, nutrientes y carbono entre los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, influyendo directamente en el equilibrio climático global.


Investigaciones recientes llevadas a cabo por expertos de la Universidad de Bonn revelan un alarmante debilitamiento en la Corriente Circumpolar Antártica. Mediante el análisis exhaustivo de muestras de sedimentos marinos procedentes del Mar de Escocia, los científicos han determinado que su velocidad actual es notablemente inferior a la registrada hace aproximadamente 130.000 años, un periodo previo de calentamiento global. Esta ralentización del principal flujo oceánico del hemisferio sur podría desencadenar una serie de consecuencias devastadoras para el clima mundial, al comprometer su capacidad para moderar temperaturas y transferir calor entre ambos hemisferios.


EL MOTOR CLIMÁTICO ANTÁRTICO: UNA PIEZA CLAVE EN PELIGRO

El Dr. Michael Weber, líder de esta investigación pionera, ha destacado que la corriente “ha experimentado una merma considerable de velocidad en los últimos milenios”, señalando una tendencia sostenida de debilitamiento. En sintonía con estas observaciones, el Dr. Bishakhdatta Gayen de la Universidad de Melbourne advierte que una falla en este vital “motor” oceánico podría tener repercusiones severas para el planeta. Entre ellas, se incluyen una mayor volatilidad climática, un incremento en la frecuencia de eventos meteorológicos extremos y una disminución drástica en la capacidad del océano para absorber dióxido de carbono, lo que agravaría aún más el calentamiento global.

Los avanzados modelos informáticos desarrollados en Melbourne proyectan un escenario futuro desalentador. Si las tendencias actuales de aumento de temperatura persisten, se estima que el caudal de la CCA podría reducirse en un adicional 20% para el año 2050. Este debilitamiento afectaría gravemente la circulación global de aguas cálidas y frías, modificando patrones de precipitación, elevando el nivel del mar y amenazando la estabilidad de los ecosistemas marinos en todo el mundo.

Ante esta crítica situación, los científicos subrayan la imperiosa necesidad de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la integridad del sistema oceánico global. La Corriente Circumpolar Antártica no solo es fundamental para mantener la estabilidad térmica de la Tierra, sino que también actúa como uno de los sumideros de carbono más importantes del planeta. Su deterioro, advierten los expertos, podría representar un punto de no retorno en la actual crisis climática global.

OdL

aDB

Comparte este artículo
No hay comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil