Tragedia en Bahía Blanca: Hallan madre e hija sin vida en su hogar del barrio Thompson. La titular de la Fiscalía N° 5 de Buenos Aires, Jorge Viego, ha confirmado el desgarrador hallazgo de Myriam Adriana Velázquez (52) y su hija Mariana Belén Bustos (25) fallecidas en su domicilio. Ambas víctimas presentaban quemaduras, sumiendo en consternación a los residentes del barrio, quienes las describen como personas trabajadoras y ajenas a problemas.
La investigación policial se centra ahora en la presunta pareja sentimental de Myriam Velázquez, considerado un individuo de interés clave. La colaboración ciudadana, a través de testimonios de vecinos, está siendo fundamental para esclarecer este lamentable suceso.
Un testigo presencial relató a Clarín haber escuchado una fuerte detonación alrededor de las 22:30 horas. Aproximadamente una hora después, observó la huida de un motociclista. El incendio se declaró poco después, y su hijo divisó a una persona abandonando la vivienda sin levantar sospechas inmediatas. El declarante ya ha aportado su valioso testimonio a las autoridades.

Investigación apunta a un doble feminicidio y posible encubrimiento con incendio
Las primeras diligencias, bajo la dirección del fiscal Viego, sugieren una hipótesis trágica: Myriam Velázquez habría mantenido un altercado con su pareja sentimental, quien presuntamente la agredió fatalmente con disparos. La joven Mariana Belén Bustos, hija de Myriam, habría sido asesinada al presenciar el hecho o al intentar defender a su madre dentro de la residencia.
Para intentar ocultar el doble crimen, se presume que el autor intelectual provocó un incendio en la vivienda, afectando de manera deliberada los cuerpos de ambas mujeres. Afortunadamente, la rápida acción de los vecinos permitió controlar las llamas antes de que se propagaran. Al lugar también acudió Leandro, de 24 años, hijo de Myriam y hermano de Mariana, visiblemente afectado por la tragedia.
Leandro ha manifestado con contundencia su firme convicción de que se trata de un doble feminicidio. Subraya que en la vivienda no se sustrajeron objetos de valor significativos, descartando así la teoría del robo como móvil del brutal ataque. La falta de indicios de un robo apunta directamente a motivos personales y de violencia de género.
OdL
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