Fármacos para la Pérdida de Peso: ¿Un Riesgo Oculto para la Visión? El Caso de Robbie Williams

La tendencia de las figuras públicas a utilizar fármacos para la pérdida de peso, como Ozempic, ha aumentado considerablemente. Celebridades buscan optimizar su apariencia y bienestar con estas soluciones. Sin embargo, la experiencia del popular artista Robbie Williams plantea serias interrogantes sobre sus posibles efectos secundarios, especialmente en la visión.

Robbie Williams y la Visión Borrosa: Un Efecto Secundario Inesperado

A sus 51 años, Robbie Williams ha confesado sufrir de una visión borrosa persistente que ha ido empeorando con el tiempo. A pesar de haber intentado con distintas lentes y consultado a especialistas, el cantante describe dificultades para identificar el rostro del público durante sus actuaciones. Incluso, ha llegado a percibir a los deportistas en un partido de balonmano como “manchas difusas”.

“He notado una visión borrosa persistente que se agrava progresivamente. No creo que sea por la edad; sospecho que son las inyecciones”, comentó Robbie Williams.

¿Qué Fármaco Estaría Causando los Problemas Visuales?

El artista identificó la sustancia detrás de su tratamiento como la tirzepatida, principio activo del medicamento Mounjaro. Este compuesto, inicialmente diseñado para el manejo de la diabetes tipo 2, ha ganado gran popularidad por su efectividad en la reducción de peso.

Williams reveló que el uso de este tratamiento se volvió una necesidad urgente debido a sus preocupaciones por su imagen corporal y salud mental. Si bien logró disminuir su peso, mejorar su autodisciplina y experimentar mayor claridad mental, ahora teme un daño permanente en su visión.

Agonistas del Receptor GLP-1 y su Potencial Impacto en la Visión

Aunque Robbie señala la tirzepatida como la posible causa de su deterioro visual, la evidencia científica más sólida proviene de estudios sobre fármacos de la misma categoría: los agonistas del receptor GLP-1, como la semaglutida (presente en Ozempic, Wegovy y Rybelsus).

Una investigación publicada en JAMA Ophthalmology, que analizó a más de 16,800 participantes, asoció el uso de semaglutida con un riesgo significativamente mayor de desarrollar neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NAION). En pacientes con diabetes tipo 2, el riesgo se multiplicó por cuatro, y en personas con sobrepeso, hasta siete veces.