Para qué sirve y qué representa un calendario de adviento.

4 min. Lectura

Aquí tienes el texto reescrito, optimizado para SEO y legibilidad, manteniendo la información original y respetando las etiquetas a no modificar:

La llegada de la **temporada decembrina** se anuncia con la creciente popularidad de los **calendarios de Adviento**. Estos ingeniosos objetos han sido diseñados específicamente para contabilizar los días que nos separan de la emotiva celebración del nacimiento de Jesús.

Es fascinante descubrir que esta arraigada costumbre no se remonta a tiempos tan remotos como se podría imaginar. Un relato del siglo XIX nos transporta a Múnich, donde una mujer de fe protestante ideó estos calendarios. Su propósito era claro: simplificar las respuestas a la recurrente pregunta de los niños sobre cuántos días faltaban para la esperada **Navidad**.

Más allá de esta entrañable anécdota, la conexión entre el Adviento y las prácticas protestantes es innegable. Sin embargo, las raíces de una práctica similar de vigilia se extienden hasta el siglo IV después de **Cristo**. Aquellas vigilias, aunque con una conclusión en febrero, estaban vinculadas a las celebraciones de la Candelaria o Epifanía, momentos clave para la administración del bautismo a los nuevos creyentes cristianos.

Durante la **Edad Media**, en tierras alemanas, era costumbre encender una vela por cada uno de los 24 días previos a la Navidad. Esta práctica, si bien hermosa, presentaba desafíos económicos y logísticos para la mayoría de las familias. Como respuesta a estas limitaciones, en el siglo XVI, el número de velas se redujo significativamente a cuatro. Estas cuatro velas, encendidas cada domingo anterior a la Navidad, simbolizaban virtudes esenciales: la esperanza, la paz, la alegría y el amor.


Descubre los Orígenes Fascinantes de los Calendarios de Adviento

La versión moderna y más reconocible de esta tradición tuvo su génesis en la década de 1920. Fue Gerhard Lang, un visionario **editor**, quien, inspirado por los calendarios artesanales de su propia madre para la época festiva, lanzó al mercado los primeros ejemplares de este tipo.

Lang compartió cómo su madre solía colocar una galleta por cada día del Adviento, una idea que le inspiró a diseñar los calendarios con pequeñas puertas, un formato que hoy es universalmente conocido y apreciado. En sus inicios, algunos impresores de la época enriquecían estos calendarios incluyendo fragmentos de la **Sagrada Escritura** detrás de cada solapa, añadiendo un componente espiritual profundo.

Esta valiosa tradición, nacida en Alemania, enfrentó un período de interrupción debido a las severas restricciones en el suministro de papel impuestas durante el régimen de Adolfo Hitler. Sin embargo, su legado perduró y fue reintroducida en Europa de la mano de los soldados estadounidenses tras la **Segunda Guerra Mundial**, quienes posteriormente la llevaron a América, expandiendo su alcance global.

La década de 1950 marcó un hito con la explosión de popularidad de los calendarios de Adviento que escondían deliciosos **dulces** y chocolates. Hoy en día, esta costumbre ha conquistado una audiencia masiva en México y en incontables rincones del planeta. La variedad es asombrosa, con versiones que ofrecen mensajes de profunda índole religiosa o espiritual, e incluso aquellas inspiradas en los personajes y tramas de populares programas de televisión o películas.

OdL

aDB

Comparte este artículo
No hay comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil