Atlas de Riesgos en México: Urgencia de Preparación ante Desastres Naturales
México enfrenta una alarmante escasez de herramientas esenciales para la prevención de desastres, según recientes análisis. Las devastadoras lluvias de octubre, que impactaron severamente a estados como Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, han puesto en evidencia la fragilidad de la infraestructura de protección civil en el país. La carencia de Atlas de Riesgos actualizados deja a innumerables comunidades en una vulnerabilidad extrema frente a eventos naturales.
¿Qué es un Atlas de Riesgos y Por Qué es Vital?
Un Atlas de Riesgos municipal constituye la piedra angular de la gestión de protección civil. Su función primordial es identificar, evaluar y cartografiar de manera exhaustiva los peligros inherentes y la vulnerabilidad de un territorio ante diversas amenazas, abarcando tanto fenómenos naturales (terremotos, inundaciones, huracanes) como aquellos provocados por la actividad humana.
Este documento estratégico es indispensable para:
- Simular y comprender escenarios de desastre: Permite proyectar el impacto potencial de diferentes tipos de eventos calamitosos.
- Facilitar la toma de decisiones informadas: Proporciona a las autoridades las bases para emitir recomendaciones y directrices precisas y a tiempo.
- Establecer estrategias de prevención y mitigación: Sirve de guía para diseñar y ejecutar medidas efectivas que minimicen las consecuencias de futuros desastres.
En esencia, contar con un Atlas de Riesgos actualizado es el primer y más crucial paso para proteger vidas humanas y salvaguardar el patrimonio.
El Crítico Panorama de la Preparación: Datos Inquietantes
Las estadísticas del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) revelan una realidad preocupante: únicamente 629 de los 2,478 municipios mexicanos disponen de un Atlas de Riesgos. Esto se traduce en que solo una cuarta parte de los municipios cuentan con esta herramienta vital.
La situación se agrava al considerar la antigüedad de la información:
- La gran mayoría de los Atlas de Riesgos existentes fueron creados hace más de una década, algunos incluso a principios del milenio.
- Sorprendentemente, solo 17 Atlas han sido elaborados durante el presente año, lo que subraya un retraso alarmante en la actualización de esta herramienta fundamental.
El Impacto Directo en las Comunidades Afectadas
Las intensas precipitaciones ocurridas del 6 al 9 de octubre afectaron a 111 municipios distribuidos en Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro. De estas localidades, tan solo 24 (aproximadamente el 21%) poseían un Atlas de Riesgos vigente. Esta disparidad dejó a miles de ciudadanos en una posición de indefensión ante la emergencia.
- En Veracruz, de las 40 localidades damnificadas, apenas seis contaban con esta herramienta de planificación, y varias de ellas con datos que datan de 2008 o 2011.
- En Hidalgo, aunque 13 de los 28 municipios afectados disponen de Atlas, la mayoría son recientes, ofreciendo un panorama comparativamente más alentador en esta región.
- Puebla presenta un escenario sombrío, con solo cuatro de sus 23 municipios impactados contando con Atlas, y los más antiguos superando la década de antigüedad.
- En San Luis Potosí, de los municipios afectados, únicamente uno contaba con un Atlas de Riesgos, el cual data de 2009.
- Lamentablemente, Querétaro no reporta ningún municipio afectado con un Atlas de Riesgos debidamente actualizado.
El Estado de México a la Vanguardia, Pero la Desigualdad Persiste
Analizando la cobertura de Atlas de Riesgos por entidad federativa, el Estado de México se destaca al ser la entidad con mayor número de municipios que cuentan con esta herramienta, sumando 125. Le siguen Hidalgo con 57 y Guanajuato con 46 municipios.
No obstante, la distribución geográfica es marcadamente desigual, y numerosos estados exhiben porcentajes muy bajos de municipios con Atlas de Riesgos, lo que intensifica la vulnerabilidad a escala nacional.
Un Llamamiento Urgente a la Acción y la Prevención
La ausencia de Atlas de Riesgos municipales y la obsolescencia de los existentes representan un grave foco de alerta para la seguridad de la población mexicana. Es imperativo que las autoridades en todos los niveles –federal, estatal y municipal– otorguen la máxima prioridad a la elaboración y actualización continua de estos valiosos instrumentos.
La inversión en estrategias de prevención, materializadas a través de herramientas como los Atlas de Riesgos, no solo tiene el potencial de salvar vidas, sino que también genera ahorros económicos sustanciales al compararse con los elevados costos de reconstrucción tras un desastre. México necesita fortalecer su capacidad de resiliencia, y la disponibilidad de información precisa y actualizada sobre los riesgos es el pilar fundamental para alcanzar este objetivo.
aDB


