Atrapados y sin escape: Redes fantasma, una sentencia de muerte para ballenas y delfines.

Ioseph
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Gigantes del Pacífico Mexicano: Rescate y Conservación de Ballenas Jorobadas Frente a las Redes Fantasma

Cada año, las majestuosas ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) emprenden un extraordinario viaje migratorio. Desde las gélidas aguas de Alaska, se dirigen hacia las cálidas costas del Pacífico mexicano, un santuario vital para su alimentación y el nacimiento de sus crías. Sin embargo, este crucial periplo se ve amenazado por un peligro insidioso y letal: las redes fantasma.

El Peligro Silencioso: Redes Fantasma y su Impacto Devastador en las Ballenas

Las redes fantasma, también identificadas como artes de pesca abandonadas o perdidas en el mar, representan una sentencia de muerte lenta y agonizante para estos magníficos cetáceos. Cuando una ballena, con sus imponentes toneladas de peso, queda enredada en estas mallas, sufre un agotamiento extremo, inanición y heridas profundas y dolorosas.

«El destino de una ballena enmallada en estas redes es, lamentablemente, la muerte. Es una agonía prolongada», comparte Raúl Sinobas Solís, un dedicado miembro de la asociación civil Red de Asistencia a Ballenas Enmalladas (Raben) en Huatulco, Oaxaca.

Uniendo Fuerzas por la Protección de Cetáceos Migratorios

Ante esta recurrente crisis, que no solo compromete la rica biodiversidad marina sino que también afecta la reputación de la región como destino de ecoturismo, se ha tejido una sólida red de colaboración. Ambientalistas, prestadores de servicios turísticos, entidades gubernamentales y un ejército de voluntarios trabajan incansablemente en zonas estratégicas como Santa María Huatulco, Puerto Ángel y Mazunte.

Durante la temporada de avistamiento, que abarca de diciembre a abril, cuando las ballenas jorobadas navegan estas aguas, se implementan rigurosas estrategias para garantizar su máxima seguridad. Raben, con presencia activa en Baja California, Nayarit, Sinaloa y Colima, se dedica a prevenir incidentes y a minimizar cualquier posible estrés para estos impresionantes animales.

Capacitación Especializada y Protocolos de Rescate para Ballenas

La asociación civil Ecología y Conservación de Ballenas (Ecobac) desempeña un rol crucial al impartir formación especializada a los voluntarios. Mediante el estricto protocolo de la Comisión Ballenera Internacional, se transmiten técnicas avanzadas para la atención de enmallamientos, una consecuencia directa de actividades pesqueras que amenazan seriamente la vida de las ballenas.

El Parque Nacional Huatulco (PNH), gestionado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y bajo la experta dirección de Edmundo Aguilar López, lidera este programa de capacitación teórica y práctica. Los voluntarios adquieren el conocimiento y las herramientas esenciales para llevar a cabo rescates de estos mamíferos marinos migratorios, priorizando siempre su propia seguridad.

Durante las sesiones formativas, se abordan con profundidad aspectos vitales como la identificación de los distintos tipos de redes que ocasionan enmallamientos, las circunstancias y localizaciones más frecuentes de estos incidentes, y la indispensable colaboración con las cooperativas pesqueras locales. Posteriormente, los equipos de rescate participan en simulacros prácticos en embarcaciones menores para perfeccionar las técnicas de liberación.

«La capacitación de los voluntarios de Raben es una manifestación directa de la política de conservación del parque», afirma Edmundo Aguilar López, quien enfatiza la trascendental importancia de la participación de la sociedad civil organizada en estos esfuerzos.

La Intrincada Naturaleza de un Rescate Seguro y Exitoso

Edmundo Aguilar López recalca que la liberación de una ballena enmallada constituye una de las intervenciones más complejas y de mayor riesgo dentro del ámbito de la conservación marina. Requiere no solo valentía y determinación, sino una adhesión inquebrantable a protocolos estandarizados que garanticen la seguridad tanto del animal como del equipo de rescate.

El PNH, con su extensa zona marina de 5,516 hectáreas, exige respuestas ágiles y un enfoque eminentemente científico. La rigurosa preparación de los voluntarios asegura que cada operación de rescate sea un procedimiento formal y meticulosamente ejecutado, lejos de cualquier improvisación.

Salvador Neri, líder operativo en Raben Huatulco, detalla la compleja logística y la profunda pericia humana que se demandan en cada misión de rescate. “Un desenmallamiento no es un acto heroico, es un procedimiento técnico de altísimo riesgo que debe ser ejecutado por personal capacitado bajo estándares internacionales,” explica.

El éxito de estas operaciones depende de un acercamiento cauteloso y seguro, el manejo experto de herramientas especializadas como cuchillos de pértiga larga para realizar cortes precisos, y la capacidad de reaccionar con la máxima agilidad y exactitud en cuestión de segundos. Un solo error puede tener consecuencias fatales.

“La liberación de una ballena es una victoria, pero el fracaso real es que se haya enmallado en primer lugar,” concluye Neri. Por ello, el objetivo primordial sigue siendo la promoción activa de prácticas pesqueras sostenibles y responsables, con la visión de que los propios pescadores se conviertan en los protectores más efectivos del ecosistema marino.

Avistamiento Responsable de Ballenas: Una Experiencia Consciente y Segura

La temporada de avistamiento de ballenas jorobadas en la deslumbrante costa oaxaqueña se desarrolla aproximadamente del 15 de diciembre al 21 de marzo. Para garantizar una experiencia memorable, segura y respetuosa con estos gigantes marinos, los visitantes deben adherirse a las siguientes recomendaciones esenciales:

* Las embarcaciones autorizadas para el avistamiento deben ostentar un distintivo visible y sus operadores están obligados a proporcionar salvavidas.
* Es fundamental respetar estrictamente los horarios establecidos para las actividades de avistamiento.
* Las embarcaciones deben acercarse a las ballenas de manera pausada, paralela y siempre desde su parte posterior.
* Mantener una distancia mínima de seguridad de 200 metros respecto a los cetáceos.
* Evitar en todo momento cualquier acción que pueda perturbar o molestar a las hembras acompañadas de sus crías.

aDB

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