Sierra cautiva el Palacio de Bellas Artes

Ioseph
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El Palacio de Bellas Artes vibró anoche con la magistral actuación de la soprano estadounidense Nadine Sierra. La aclamada artista recibió una ovación atronadora, coronada por repetidos aplausos y solicitudes de bises, consolidando su estatus como una de las voces más codiciadas de la ópera contemporánea.

Acompañada con exquisita sensibilidad al piano por el talentoso músico cubano Ángel Rodríguez, Sierra ofreció un recital que desafió etiquetas y fronteras musicales. Su profunda conexión con el público y la admiración palpable que despertó son testimonio de su excepcional talento y su prominencia en la escena lírica internacional.

La velada lírica arrancó con la interpretación de piezas emblemáticas de maestros como Gounod, Puccini y Donizetti. En cada nota, Nadine Sierra demostró la pureza cristalina de su voz y una técnica vocal impecable, pulida en los escenarios más prestigiosos del mundo, como la Scala de Milán, el Metropolitan Opera de Nueva York y la Ópera de París. Su interpretación de arias icónicas como “Ah, je veux vivre” y “Chi il bel sogno di Doretta” deslumbró por su combinación de frescura, agilidad y una precisión vocal asombrosa. El clímax de la primera parte llegó con la vibrante interpretación de “Sempre libera”, de Verdi, una pieza que subraya por qué Sierra es considerada una de las figuras más influyentes y admiradas del panorama operístico actual.

Tras el intermedio, el ambiente se tornó más íntimo y emotivo. Sierra cautivó a la audiencia con interpretaciones conmovedoras de joyas del repertorio mexicano, incluyendo “Me llaman la primorosa” y “Estrellita”, del insigne compositor Manuel M. Ponce. Esta selección permitió a la soprano establecer un diálogo musical profundo y personal con el público. La ovación fue unánime tras estas piezas, preparando el escenario para el cierre del programa principal con el evocador “Summertime”, de George Gershwin, y la enérgica “Engehno novo!”, de Braga. Como parte del anhelado encore, complació a los asistentes con interpretaciones inolvidables de clásicos universales como “Bésame mucho”, la entrañable “Cielito lindo” y la icónica “O mio babbino caro”.

A través de su arte interpretativo, la soprano Nadine Sierra tejió un puente sonoro extraordinario, uniendo la rica herencia musical europea con la pasión y la expresividad vibrante de las culturas americanas y mexicanas, creando una noche inolvidable en el corazón de la Ciudad de México.

 

Crédito fotográfico: PALACIO DE BELLAS ARTES

MAAZ

 

OdL

aDB

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