Este mes, la comunidad científica y entusiastas del espacio han estado en vilo, con debates intensos en redes sociales y foros en línea, centrados en el asombroso cometa 3I/ATLAS. Este intrigante objeto astronómico, el tercer visitante extrassolar confirmado en nuestro sistema, recientemente alcanzó su punto más cercano al Sol, conocido como perihelio, generando un revuelo sin precedentes.
La llegada de este cometa a nuestro sistema solar ha desatado una ola de especulaciones, desde la posibilidad de que sea una estructura artificial hasta la emocionante perspectiva de recolectar material de su cola. Su trayectoria se cruza con la misión Europa Clipper de la NASA, cuyo objetivo principal es desentrañar los secretos del océano oculto bajo la gélida superficie de la luna de Júpiter.
El renombrado astrofísico de Harvard, Avi Loeb, ha explorado las implicaciones de este cometa para la intrigante teoría del “Bosque Oscuro”, popularizada por el autor Cixin Liu. Esta hipótesis sugiere la existencia de civilizaciones avanzadas en el universo, que optan por la discreción y el silencio para evitar la detección por parte de otras especies hostiles.
¿Por Qué el Cometa 3I/ATLAS Capturó la Atención Mundial?
La fascinación y el misterio que rodean al cometa 3I/ATLAS se explican por su origen único, la cronología de su descubrimiento y la trascendencia de un objeto interestelar atravesando nuestro sistema solar.
Su denominación es reveladora. “ATLAS” alude al Sistema de Alerta Final de Impacto Terrestre de Asteroides que lo detectó. La “I” certifica su naturaleza “interestelar”, y el número “3” lo identifica como el tercer cuerpo de este tipo originario del exterior de nuestro sistema planetario.
“Los astrónomos lo han clasificado como interestelar debido a la forma hiperbólica de su trayectoria, la cual no describe una órbita cerrada alrededor del Sol. Al analizar su movimiento orbital, se confirma que este cometa proviene de fuera de nuestro sistema solar”, señalaron los expertos de la NASA.
El observatorio ATLAS, un proyecto financiado por la NASA y ubicado en Chile, registró las primeras observaciones del cometa y las comunicó al Centro de Planetas Menores el 1 de julio. Tan solo veinte días después, el telescopio espacial Hubble capturó imágenes del 3I/ATLAS cuando se encontraba a una asombrosa distancia de 446 millones de kilómetros de la Tierra.
Respecto a su cercanía con nuestro planeta, la NASA ha asegurado que el 3I/ATLAS no supone ninguna amenaza. Su trayectoria lo mantendrá a una distancia segura, con un acercamiento máximo estimado de aproximadamente 1.8 unidades astronómicas, lo que equivale a unos 270 millones de kilómetros.
El Fascinante Cometa Interestelar: Una Ventana al Cosmos
Aunque el tamaño exacto del cometa aún está por determinarse con precisión, científicos de todo el mundo están trabajando arduamente para descifrar sus dimensiones y propiedades únicas.
La magnitud del interés científico por este cometa se refleja en la extensa lista de misiones y telescopios de la NASA y la ESA que se emplearon para su observación. Entre ellos se encuentran los satélites Hubble, Webb, TESS, Swift, SPHEREx, el vehículo explorador Perseverance, el Mars Reconnaissance Orbiter, el rover Curiosity, la misión Europa Clipper, Lucy, Psyche, la sonda solar Parker, PUNCH, así como las misiones SOHO y Juice.
Se esperaba que el cometa se volviera inobservable a partir de septiembre, al acercarse demasiado al Sol. Sin embargo, se prevé su reaparición en el lado opuesto de nuestra estrella a principios de diciembre, lo que permitirá continuar su estudio y análisis.
aDB
