La Ciudad de México, un tapiz de historia viva, guarda en sus céntricas ubicaciones vestigios de épocas pasadas. El sitio que hoy ocupa el moderno centro comercial Parque Delta fue, en su momento, el emblemático “Parque del Seguro Social”. Este recinto, antes escenario de vibrantes partidos de béisbol, se convirtió trágicamente en un improvisado depósito de cuerpos tras el devastador sismo del 19 de septiembre de 1985, un evento que dejó una profunda cicatriz en la ciudad y cobró miles de vidas.
Nuestra metrópoli es un testimonio de constante transformación. Edificaciones se alzan sobre antiguos cauces de agua, templos cristianos se erigen sobre cimientos prehispánicos y centros comerciales contemporáneos reemplazan a instalaciones con funciones distintas. En esta dinámica urbe, un espacio abierto puede transformarse de un lugar de festejos a un refugio vital, o incluso, como ocurrió en el fatídico terremoto de 1985, a un centro de emergencia para albergar a un número incalculable de fallecidos.
Entre los puntos habilitados para la recepción de fallecidos, el “Parque del Seguro Social” jugó un papel crucial. Se estima que en sus inmediaciones se recibieron alrededor de 2,000 cuerpos en tan solo cuatro días. Equipos de médicos, enfermeras, voluntarios y familiares trabajaron incansablemente en un esfuerzo titánico para la identificación de los difuntos y su posterior traslado a camposantos como el “Panteón de San Lorenzo Tezonco”, en uno de los capítulos más oscuros y conmovedores de la historia de la capital.
Si bien el antiguo estadio fue demolido para dar paso a un complejo comercial de vanguardia, algunos relatos sugieren que las huellas de aquel sombrío acontecimiento aún resuenan en los pasillos de Parque Delta. Estos ecos dan pie a historias de sucesos inexplicables que empleados y visitantes continúan compartiendo, alimentando el misterio del lugar.
Misterios y Fenómenos Paranormales en Parque Delta: Ecos del Pasado
El año 2003 marcó el fin del histórico estadio, dando lugar a la construcción de Parque Delta, hoy uno de los centros comerciales más concurridos de la Ciudad de México. Cada día, miles de personas transitan por sus corredores, realizan sus compras y disfrutan de su oferta gastronómica, a menudo sin percatarse de que entre sus muros se conservan las resonancias de uno de los eventos más trágicos de la historia urbana.
La historia del sitio donde se asienta Parque Delta está intrínsecamente ligada a la memoria de la muerte durante décadas. Tras su función como recinto deportivo, sirvió como almacén temporal de cuerpos tras la tragedia de 1985. Sorprendentemente, hoy se encuentra rodeado de panteones históricos como el Panteón Francés de la Piedad y el Panteón General de la Piedad, creando una atmósfera cargada de un misterio que parece trascender la realidad.
Con el paso del tiempo, han surgido relatos de fenómenos que desafían la explicación racional. Empleados del centro comercial y visitantes habituales afirman haber escuchado risas infantiles provenientes de lugares vacíos, vislumbrado la silueta fugaz de una niña entre los pasillos y presenciado el movimiento espontáneo de objetos. También se reportan luces que se encienden sin intervención alguna y alarmas que se activan inexplicablemente en las horas más silenciosas de la noche, generando una mezcla de inquietud y fascinación.
Un testimonio particular proviene de Ana, quien trabaja en una de las tiendas del complejo. Ella relató la experiencia de una empleada de limpieza que asegura haber sentido la presencia de una entidad no corpórea en las inmediaciones. Historias como esta se comparten activamente en redes sociales y foros especializados, reforzando la creencia de que Parque Delta guarda las profundas reverberaciones del desastre de 1985, recordándonos que el pasado de una ciudad puede manifestarse en los lugares que frecuentamos a diario.
aDB
