La jerarquía eclesiástica de México ha alzado la voz para exigir justicia tras el trágico fallecimiento del presbítero Bertoldo Pantaleón, quien dedicó su ministerio como párroco en la parroquia de San Cristóbal, ubicada en el municipio de Mezcala, estado de Guerrero. Este suceso ha conmocionado a la comunidad.
A través de un comunicado oficial emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se ha expresado el profundo pesar por la pérdida del clérigo. La CEM insta enérgicamente a las autoridades competentes a iniciar, sin dilación, una investigación exhaustiva que arroje luz sobre las circunstancias exactas de su muerte, buscando determinar las responsabilidades.
“Con gran pesar y consternación, constatamos cómo la violencia una vez más golpea a nuestra comunidad de fe. Por ello, exigimos a las instancias gubernamentales, tanto a nivel estatal como federal, una investigación rigurosa, completa y transparente. El objetivo es esclarecer este acto criminal y asegurar que los responsables reciban el castigo que merecen.
“Como pastores espirituales del Pueblo de Dios, alzamos nuestra voz para reiterar que ninguna forma de agresión es tolerable en una sociedad que prioriza la vida y se compromete activamente con el bienestar, la verdad y la paz de todos sus miembros”, subrayaron las autoridades eclesiásticas.
Un Mensaje de Condolencias para los Seres Queridos del Padre Bertoldo
Los máximos representantes de la Iglesia Católica en México no solo demandan justicia, sino que también han hecho extensivas sus más sinceras condolencias a los familiares y allegados del párroco Bertoldo Pantaleón. Su cuerpo fue encontrado en una zona rural del municipio de Eduardo Neri, en el mismo estado de Guerrero.
“Agradecemos a Dios el don de su servicio sacerdotal, su inquebrantable devoción y su entrega ferviente al anuncio del Evangelio y al servicio de la Iglesia, especialmente entre las comunidades que tuvieron el privilegio de tenerlo como pastor.
“Confiando en la poderosa intercesión de la Santísima Virgen de Guadalupe, elevamos nuestras súplicas para que Cristo, el Buen Pastor, reciba a nuestro amado hermano en su Reino y le conceda la bienaventuranza eterna reservada para sus siervos más fieles”, añadieron los obispos.
Asimismo, los representantes de la iglesia han extendido sus muestras de profunda pena y solidaridad al obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, así como a los fieles de la parroquia de San Cristóbal y a todos los que guardaban un afecto especial por el sacerdote fallecido.
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