Los roedores urbanos, esos pequeños mamíferos de pelaje esponjoso, a menudo nos cautivan con su agilidad y aspecto tierno. Es común verlos en parques y jardines, e incluso, algunas personas sienten el impulso de alimentarlos. Sin embargo, la percepción común sobre su dieta está muy alejada de la realidad.
Lejos de ser exclusivistas de semillas y frutos secos, estas criaturas demuestran ser seres omnívoros con un apetito sorprendentemente variado. Su alimentación abarca una amplia gama de materia orgánica, incluyendo otros animales. Un reciente avistamiento en California, capturado en video, confirma esta naturaleza depredadora, al mostrar a un roedor consumiendo un lagarto.
Este impactante clip, que se volvió viral en redes sociales, retrata a un roedor en una valla, sujetando firmemente a su presa, un reptil. La escena detalla la forma en que el animal se alimenta con destreza, comenzando por la cabeza del lagarto y continuando con el resto de su cuerpo.
Dieta Omnívora de los Roedores: Desmontando Mitos sobre su Alimentación
Las imágenes, compartidas en la plataforma X por la cuenta @MarchUnofficial, generaron un torrente de reacciones e incredulidad entre los internautas. Muchos expresaron su asombro ante el comportamiento alimenticio observado, mientras que otros aportaron sus propias experiencias, confirmando la naturaleza omnívora de estos animales.
Algunas de las opiniones y comentarios más destacados fueron:
- “Siempre pensé que solo comían nueces y semillas.”
- “Son roedores, su adaptabilidad a entornos urbanos les permite consumir restos orgánicos.”
- “Increíble, no es un fruto seco, ¡es la cabeza de un reptil!”
- “He presenciado a uno comiendo una rana en la carretera, ¡como si fuera un manjar!”
- “Su manera de comer es casi como la de un atleta recuperándose.”
- “Su agilidad es increíble. Los animales más pequeños están en clara desventaja.”
- “En el Reino Unido, una especie invasora de roedor ha desplazado a la nativa. Son depredadores eficientes.”
Roedores en Libertad: Por Qué No Deben Ser Mascotas Domésticas
A pesar de su encantadora apariencia, es crucial comprender que intentar capturar a un roedor salvaje para convertirlo en mascota no es recomendable. Estos animales pertenecen a su entorno natural, y su adaptación a la vida en cautiverio es escasa. La desconexión de su hábitat puede generarles un estrés considerable, provocando comportamientos agresivos y representando un riesgo potencial para la salud humana.
La veterinaria Paola Martínez Duque advierte sobre la importancia de no incentivar la alimentación ni el acercamiento a estos animales. Señala que la práctica de ofrecerles comida puede generar un efecto dominó, donde otros individuos imitan el comportamiento, alterando negativamente sus patrones de conducta natural.
aDB
