A pocos días de cumplirse el primer aniversario del sensible fallecimiento de la icónica artista **Dulce**, su hija **Romina Mircoli** ha compartido detalles íntimos sobre los últimos momentos de la cantante, quien nos dejó el 25 de diciembre de 2024. Conmovida hasta las lágrimas, Romina reveló que la noticia de que su madre ya no podría volver a usar su voz para cantar sumió a Dulce en un profundo abatimiento, un factor crucial que desencadenó su deterioro.
Romina, su primogénita, ha tomado la valiente decisión de exponer los aspectos más personales y desgarradores de este doloroso trance. Las confidencias de Mircoli pintan un cuadro conmovedor de cómo la incapacidad de utilizar su voz, aquello que la definía como artista y ser humano, la sumió en un estado de resignación y angustia que, lamentablemente, la hizo perder el rumbo de su existencia.
Romina relató momentos entrañables, como el último día que pudo compartir con su madre. Disfrutaron de una comida y la artista incluso pudo saborear sus últimas peticiones culinarias: salmón y helado de chocolate. Aquel día, su estado de ánimo y su capacidad de comunicación la llevaron a albergar esperanzas de recuperación. Sin embargo, la información médica recibida días antes sobre la irreversible pérdida de su voz la transformó por completo.
“Jamás imaginé que sería la despedida final. Agradezco que su partida fuera rápida. Fui testigo de su sufrimiento y su declive. Me encargaba de sus cuidados, de su alimentación, de sus movimientos. Estuve a su lado en todo momento. Fue desgarrador ver a quien me enseñó todo depender de otros”, compartió Romina con palpable emoción.
El Diagnóstico de No Poder Cantar: Un Impacto Devastador en Dulce
Cuando los problemas de salud de la querida Dulce comenzaron a afectar su capacidad vocal, el impacto trascendió lo puramente físico. **Romina Mircoli**, quien acompañó incondicionalmente a su madre durante este arduo calvario, relató en una conmovedora entrevista con el reconocido periodista de espectáculos Gustavo Adolfo Infante que, poco antes de su partida, le comunicaron que ya no podría volver a interpretar música. Esta noticia representó un golpe devastador a nivel emocional y anímico para la estrella.
Con una profunda tristeza y visiblemente conmovida hasta las lágrimas, Romina fue testigo de cómo su madre enfrentaba esta cruda realidad. Aseguró haber presenciado la profunda depresión y la abrumadora sensación de derrota que invadieron a la artista, un estado de ánimo que se volvió insuperable a partir de ese momento. A pesar de los incansables intentos de Mircoli por reconfortarla y brindarle apoyo, su madre continuó un inevitable deterioro.
“Le informaron que no podría cantar de nuevo. Fue lo peor que pudieron decirle; era como vivir una muerte en vida. Se entregó a la cama, se dio por vencida en ese instante. Fue muy duro. Incluso ella me comentaba lo que decía José José: que lo más cruel para un cantante es que le quiten la voz. Y lo vi, el señor tenía razón”, confesó Romina, haciendo eco de las famosas y trágicas palabras del “Príncipe de la Canción”, José José, quien también experimentó la dolorosa pérdida de su voz.
Esta profunda reflexión, que la propia Dulce utilizaba para describir su padecimiento, subraya la magnitud de su pérdida. Para ella, la afectación vocal no fue simplemente un obstáculo físico, sino una sentencia que le arrebató su propósito vital. Romina explica con dolor que su madre se sentía desprovista de su encanto, de aquello que la conectaba de manera única con su audiencia y daba sentido a cada uno de sus días.
La Pérdida de la Voz: El Detonante del Declive de Dulce
El testimonio de Romina Mircoli resulta particularmente conmovedor, ya que narra la impotencia de la familia ante el inevitable colapso de la aclamada artista. A pesar de los esfuerzos médicos, el amor incondicional de su hija y el apoyo constante de sus seres queridos, nada pudo llenar el vacío existencial que dejó la música en su vida. Romina enfatiza que, a pesar de estar rodeada de cariño y atenciones constantes, la cantante había perdido su verdadera razón de ser, aquello que le proporcionaba fuerza, vitalidad y pasión.
“Por mucho amor que recibas, te aseguro que fue como si le hubieran arrancado el propósito y el significado de su vida”, afirmó Romina, confirmando que la pérdida de su capacidad para interpretar canciones supuso para Dulce el fin total de su sentido vital y su voluntad de seguir adelante.
