Un perturbador suceso ha conmocionado a Nueva York: Damien Hurstel, un joven de 19 años, ha confesado un crimen horrendo, admitiendo haber asesinado a Anthony Casalaspro, la pareja de su madre. Hurstel ha revelado a las autoridades neoyorquinas que, con una frialdad escalofriante, golpeó a Casalaspro utilizando un utensilio de cocina. Sus motivos, según su propia declaración, eran la macabra intención de experimentar la sensación de arrebatar una vida humana.
El joven se enfrenta ahora a graves cargos por homicidio y posesión ilícita de un arma. Su confesión detallada, repleta de aspectos sombríos, se produjo poco después de su detención. Informes recientes apuntan a un complejo historial médico y psiquiátrico en el acusado, incluyendo diagnósticos de esquizofrenia y episodios de autolesión documentados desde 2022. Adicionalmente, se mencionan antecedentes familiares de conflictos domésticos, lo que podría arrojar luz sobre el contexto de este trágico evento.
Este espeluznante crimen tuvo lugar en el domicilio familiar ubicado en West Brighton, tras una tensa discusión verbal entre Damien Hurstel y su madre, Alicia Zayas. Casalaspro, quien mantenía una relación de casi seis años con Zayas, intentó mediar sugiriendo a Hurstel que saliera a tomar aire para calmarse. Al regresar al hogar, Hurstel descubrió que su madre no se encontraba presente. Este hecho desencadenó una violenta confrontación que culminó con la trágica muerte de Casalaspro a manos de Hurstel, quien, según los detalles, utilizó un ablandador de carne como arma en el ataque.
El relato de los hechos es aún más perturbador. Tras el fatal golpe, Hurstel intentó desmembrar el cuerpo de Casalaspro. Empleando diversos métodos y herramientas, incluyendo un cuchillo de cocina y una sierra manual, el joven buscó separar las partes del cuerpo y, presuntamente, triturarlo. Sus esfuerzos por extraer el cerebro de la víctima, utilizando un martillo, fueron abruptamente interrumpidos por la llegada a casa de su hermana menor.
El Horrendo Hallazgo de la Hermana y la Llamada a las Autoridades
Con su ropa visiblemente manchada de sangre, Damien Hurstel advirtió a su hermana sobre un terrible acto cometido y le instó a retirarse a su habitación. Sin embargo, la joven, movida por la inquietud, siguió un rastro hemático que la condujo al baño. Allí, se enfrentó a una escena espantosa: los restos de Anthony Casalaspro yacían en la bañera. La macabra visión se completaba con un objeto insólito hallado en la cavidad ocular de la cabeza cercenada de la víctima.
Ante este descubrimiento aterrador, la adolescente de 16 años logró contactar a su madre, quien se apresuró a regresar al hogar mientras las fuerzas del orden y el equipo de investigación forense de Nueva York iniciaban su labor en la escena del crimen. La madre, visiblemente devastada por los hechos, expresó incredulidad y profundo dolor ante el acto de su hijo, según testimonios de una vecina.
“¡¿Por qué lo mataste?! ¡Todavía lo amaba!”, exclamó la madre, según el relato de la vecina Jennifer Díaz. A los paramédicos que acudieron al lugar, se le atribuye haber comunicado: “Tiene la cabeza en la bañera. No hay nada que puedas hacer”.
Al percatarse de la presencia policial, Damien Hurstel emergió de la residencia con las manos en alto, exhibiendo una actitud sorprendentemente serena. La vecina Jennifer Díaz, testigo presencial, relató que el joven presentaba manchas de sangre en el rostro y el calzado, aunque no en su vestimenta. Su semblante, según describió, se caracterizaba por una “completa ausencia de expresión, pero una notable tranquilidad”.
Posteriormente, Hurstel fue trasladado a un centro médico tras sufrir un episodio convulsivo durante su traslado a las dependencias judiciales. Fue avistado saliendo de una estación policial en una camilla, aún con evidentes manchas de sangre y cubierto con un traje protector, un sombrío epílogo a esta impactante historia criminal.
aDB


