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Impacto Económico del Portaaviones Gerald R. Ford en el Caribe: Un Despliegue Naval Costoso
La presencia militar estadounidense en el Caribe ha experimentado un notable incremento en sus costos operativos, especialmente tras la llegada del avanzado portaaviones USS Gerald R. Ford. Antes de su arribo, las operaciones marítimas rondaban los ocho millones de dólares hasta finales de octubre. Sin embargo, con la incorporación del gigante naval el 11 de noviembre, los gastos diarios se dispararon hasta alcanzar la cifra estimada de 18 millones de dólares diarios, según análisis de instituciones académicas y datos oficiales.
Análisis Detallado de los Costos Operativos Navales
La operación inicial del grupo naval anfibio, que se extendió desde finales de agosto, ya representaba un desembolso considerable de 600 millones de dólares. La llegada del portaaviones Gerald R. Ford, el más grande y tecnológicamente sofisticado del mundo, multiplicó esta inversión. Los cálculos, aunque no oficiales, sitúan el coste total de esta operación naval cerca de los mil millones de dólares, evidenciando la magnitud del despliegue estratégico en la región caribeña.
Gastos Diarios del Portaaviones y su Flota de Acompañamiento
Informes no oficiales arrojan luz sobre los elevados gastos diarios asociados al Gerald R. Ford. Se estima que el mero desplazamiento de este portaaviones genera un costo aproximado de 6.5 millones de dólares diarios. A esta cifra se suman los dos millones de dólares adicionales que implican los buques que lo acompañan, conformando una flota de gran envergadura y alto mantenimiento.
Logística y Personal a Bordo del USS Gerald R. Ford
El imponente portaaviones, con una dotación de aproximadamente 4,500 marineros, gestiona una logística impresionante, sirviendo alrededor de 18 mil comidas diarias. Cada miembro de su tripulación, al igual que los 10 mil efectivos asignados a la misión Southern Lance, recibe un incentivo mensual de 225 dólares, detallando la inversión en recursos humanos de esta operación.
Composición de la Flota Naval Estadounidense en el Caribe
Hasta finales de octubre, la fuerza naval estadounidense desplegada en el Caribe incluía diez embarcaciones clave. Entre ellas destacaban los destructores de misiles guiados USS Gravely, USS Stockdale y USS Jason Dunham. La flota también comprendía el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, los transportes anfibios USS San Antonio y USS Fort Lauderdale, el crucero de misiles guiados USS Lake Erie, el buque de combate litoral USS Minneapolis-Saint Paul, el submarino nuclear de ataque rápido USS Newport News, y el buque de operaciones especiales MV Ocean Trader.
La llegada del Gerald R. Ford supuso un refuerzo significativo, incorporando al menos tres buques adicionales a la flotilla. Aún está por confirmarse si esta significativa adición incluyó submarinos complementarios a los ya presentes en la región caribeña.
Según una información publicada por el Financial Times, una característica destacada de esta operación es que “cinco de las ocho embarcaciones participantes cuentan con misiles Tomahawk, capaces de alcanzar blancos en tierra“, subrayando la capacidad ofensiva del despliegue.
Costos de Mantenimiento y Despliegue de Portaaviones y Destructores
El costo de adquisición de un portaaviones moderno, como el Gerald R. Ford, puede ascender a cerca de mil millones de dólares. Adicionalmente, el Departamento de Guerra señala que el contingente que acompaña al portaaviones incluye dos destructores de misiles guiados del tipo Arleigh Burke. Si bien lo habitual es que acompañen cinco, la presencia de dos subraya la configuración específica de esta misión. El costo de mantenimiento diario de cada uno de estos destructores se estima en dos millones de dólares, lo que evidencia la elevada inversión continua.
Es crucial considerar que, para el momento de la llegada del Gerald R. Ford al Caribe el 16 de noviembre, ya existía un considerable operativo naval, aéreo y terrestre en curso. Este despliegue inicial estaba liderado por el buque anfibio de asalto Iwo Jima, complementado por al menos dos destructores y un submarino. El costo estimado de esta operación preexistente se sitúa en un mínimo de tres millones de dólares diarios, sumándose así a la carga financiera total del despliegue estratégico en la región.
aDB


