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Un reciente estudio científico revela un panorama alarmante: un brote de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) ha diezmado las poblaciones de hembras de elefante marino del sur en la remota isla subantártica de Georgia del Sur. En un lapso de tan solo dos años, se ha registrado una preocupante disminución de casi la mitad de estos emblemáticos mamíferos marinos.
La Prospección Antártica Británica (BAS) ha publicado un análisis detallado a mediados de noviembre, confirmando una drástica caída del 47% en la población de elefantes marinos hembra entre 2022 y 2024. Este declive afecta a la congregación mundial más significativa de estos animales, representando más de la mitad de los elefantes marinos del sur en edad reproductiva. El culpable principal es una variante altamente virulenta del virus de la gripe aviar H5N1, que llegó a la isla a finales de 2023.
Connor Bamford, un reconocido especialista en focas y el autor principal del informe de la BAS, expresó su asombro ante la magnitud de esta pérdida poblacional. Comparando la situación actual con las fluctuaciones naturales, que en un año normal oscilan entre el 3% y el 7%, Bamford calificó esta disminución cercana al 50% como sin precedentes. “Esto significa la pérdida de aproximadamente 53,000 hembras en toda la población de Georgia del Sur”, subrayó.
Impacto Devastador de la Gripe Aviar en Elefantes Marinos de Georgia del Sur
Para evaluar con precisión las bajas entre los elefantes marinos, el equipo de investigación desplegó drones de ala fija. Estas avanzadas herramientas permitieron la captura de imágenes aéreas de alta resolución de las tres principales áreas de cría ubicadas en la isla subantártica. La información obtenida a través de estos vuelos se contrastó rigurosamente con los datos recopilados antes del brote viral, permitiendo así cuantificar la significativa disminución de hembras.
Los resultados de este meticuloso análisis revelaron una merma poblacional global del 47%. Sin embargo, algunas colonias experimentaron caídas aún más dramáticas, superando el 60%, según informó oficialmente la BAS.
Un dato particularmente alarmante es la cronología de la propagación viral. La primera detección del virus en Georgia del Sur se registró en septiembre de 2023, afectando inicialmente a aves marinas, como los págalos pardos. Posteriormente, el virus logró transmitirse a mamíferos marinos, incluyendo los lobos marinos antárticos y, trágicamente, a los elefantes marinos que son el foco de este estudio.
Desafíos a Largo Plazo: La Supervivencia de las Comunidades de Elefantes Marinos
La gravedad de esta crisis se ve amplificada por la longevidad de los elefantes marinos. Como explicó Bamford, estos animales son especies de larga vida. Por lo tanto, las reducciones significativas en la población reproductora o el incremento de la mortalidad a corto plazo tendrán repercusiones duraderas en la estabilidad y el futuro de la especie. “Las consecuencias de este brote probablemente se sentirán durante muchos años”, advirtió el científico.
“Este estudio representa una contribución significativa para el seguimiento ininterrumpido de la evolución de las poblaciones de nuestros principales depredadores y para la comprensión de las variaciones regionales en su adaptación a distintas adversidades ambientales […] Gracias a esta tecnología, pudimos examinar tres de las comunidades de elefantes marinos más grandes del mundo en cuestión de minutos. Previamente, realizábamos el censo a pie, por lo que los drones nos permiten contar grandes cantidades de animales rápidamente“, afirmó el ecologista en el comunicado de prensa de la BAS, destacando el valor de las nuevas tecnologías en la investigación de vida silvestre.
aDB
