México Reduce en un 9% el Consumo de Bebidas Azucaradas: Un Logro para la Salud Pública
Las últimas estadísticas confirman una **notable disminución del 9% en el consumo de bebidas azucaradas en México** durante la última década. Esta reducción representa un avance significativo para la salud pública nacional, evidenciando un cambio positivo en los hábitos de consumo de la población.
El Impuesto a las Bebidas Azucaradas: Pilar Fundamental de la Disminución
La Dra. Arantxa Colchero, experta del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), destaca la efectividad del impuesto especial aplicado a las bebidas azucaradas como el principal motor de esta tendencia decreciente.
Antes de la implementación de este gravamen, el consumo anual per cápita de estas bebidas en México alcanzaba los **179 litros**, lo que se traducía en una ingesta diaria promedio de 0.5 litros por persona. Sin embargo, los datos más recientes para 2024 muestran una importante reducción, situando el consumo en **163 litros per cápita anuales**, es decir, aproximadamente 0.45 litros diarios.
Impacto del Gravamen y Proyecciones para el Futuro
A pesar de que la reducción del 9% es un resultado alentador, la Dra. Colchero sugiere que un **incremento en el gravamen de las bebidas azucaradas podría potenciar aún más los beneficios para la salud pública**. Las políticas fiscales de este tipo han demostrado ser herramientas poderosas para modificar patrones de consumo y promover la adopción de alternativas más saludables.
Esta disminución en el consumo de bebidas azucaradas tiene un impacto directo y positivo en la prevención de enfermedades crónicas asociadas a dietas altas en azúcar, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las afecciones cardiovasculares. Es un claro ejemplo de cómo las decisiones gubernamentales basadas en evidencia científica pueden mejorar significativamente el bienestar de la población.
Continuar la lucha contra el consumo excesivo de azúcar es un objetivo esencial. Las cifras actuales ofrecen una perspectiva esperanzadora sobre la capacidad de adaptación y adopción de hábitos más saludables por parte de la sociedad mexicana. La revisión y posible optimización de las políticas fiscales, junto con programas de educación y concientización, serán cruciales para consolidar y expandir estos logros en materia de salud.
aDB


