Nuestro entendimiento de las afecciones médicas evoluciona constantemente. Al igual que los avances científicos y la medicina transforman la salud humana, algunas enfermedades se modifican, otras se erradican y surgen nuevos desafíos. Aunque ciertas patologías no sean de conocimiento común, su existencia es real y merece nuestra atención. Un ejemplo clave es la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, una enfermedad transmitida por bacterias y propagada por la picadura de la garrapata.
Si este nombre le resulta desconocido, es el momento ideal para familiarizarse con esta importante información. Comprender qué es la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, cómo se contagia a través de las garrapatas y, sobre todo, cuáles son sus síntomas, es fundamental para una detección temprana y una acción oportuna.
¿Qué es la Fiebre Maculosa de las Montañas Rocosas?
La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas (RMSF, por sus siglas en inglés), también conocida popularmente como fiebre de las Montañas Rocosas, es una enfermedad infecciosa transmitida por la picadura de garrapatas infectadas con la bacteria *Rickettsia rickettsii*. Diversas fuentes médicas de prestigio, como Cleveland Clinic y Medline Plus, confirman que la garrapata actúa como vector principal para la diseminación de esta bacteria.
La distribución geográfica de la enfermedad varía según la especie de garrapata. En el oeste de Estados Unidos, la garrapata de la madera (*Dermacentor andersoni*) es el principal portador, mientras que en el este predomina la garrapata canina. Otras especies de garrapatas son responsables de la propagación en el sur de Estados Unidos, así como en Centro y Sudamérica, según la información de Medline Plus.
Es relevante destacar que, a pesar de su nombre geográfico, los casos más recientes de fiebre maculosa se han reportado en estados del este de EE.UU., incluyendo:
- Carolina del Norte
- Carolina del Sur
- Virginia
- Georgia
- Tennessee
- Oklahoma
Los datos indican que la incidencia máxima de la fiebre de las Montañas Rocosas suele coincidir con los meses de primavera y verano, siendo la población infantil uno de los grupos más afectados.
Transmisión de la Fiebre Maculosa: El Rol de las Garrapatas
La principal vía de contagio de la fiebre de las Montañas Rocosas es a través de la picadura de una garrapata infectada. Los expertos señalan que actividades al aire libre como el senderismo o la simple exposición a entornos con alta presencia de garrapatas incrementan el riesgo, especialmente en zonas donde se han confirmado casos de la enfermedad.
Un factor crucial para la transmisión es el tiempo de adherencia de la garrapata a la piel. Se estima que es poco probable que una garrapata transmita la fiebre de las Montañas Rocosas si ha permanecido adherida por menos de 20 horas. Cabe mencionar que solo una pequeña fracción de las garrapatas, aproximadamente una de cada mil, porta la bacteria causante. Además, el contacto directo con la bacteria puede ocurrir si se manipulan o aplastan garrapatas infectadas sin protección, un escenario común al retirar garrapatas de mascotas sin el debido cuidado.
Reconociendo los Síntomas de la Fiebre Maculosa
Las manifestaciones clínicas de la fiebre de las Montañas Rocosas pueden aparecer entre 2 y 14 días después de la picadura de una garrapata infectada. Es fundamental estar atento a los siguientes síntomas:
- Fiebre y escalofríos
- Dolor de cabeza intenso
- Dolores musculares (mialgia)
- Erupción cutánea característica
- Desorientación o confusión
- Diarrea
- Sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Posibles alucinaciones
- Pérdida de apetito (anorexia)
- Dolor abdominal
- Náuseas y vómitos
- Sensación de sed
Aunque la fiebre maculosa no es una enfermedad endémica en México, se han registrado casos y brotes, particularmente en estados fronterizos del norte como Sonora. La concienciación y la prevención son claves para enfrentar esta y otras enfermedades transmitidas por vectores.
aDB


