Tragedia en El Limón, Ameca, Jalisco: Un hombre de 72 años, identificado como Efrén “N”, perdió la vida trágicamente en su propiedad tras ser atacado por uno de sus propios bovinos. El suceso, que ha generado conmoción en la comunidad, ocurrió en circunstancias aún bajo investigación por las autoridades locales.
El cuerpo, que presentaba signos evidentes de hemorragia severa, fue descubierto por trabajadores agrícolas que laboraban en fincas aledañas. El lamentable hallazgo activó la movilización inmediata de los cuerpos de emergencia y la Seguridad Pública de Ameca.
Al llegar al lugar, los oficiales de seguridad constataron que las graves lesiones sufridas por el septuagenario eran compatibles con las provocadas por la embestida y posibles mordeduras de ganado vacuno. Las heridas habrían causado una considerable pérdida de tejido y daño a vasos sanguíneos, desencadenando el fatal desenlace.
Las primeras pesquisas apuntan a que el presunto responsable del ataque fue un ejemplar de la raza Holstein, con aproximadamente seis años de edad, que formaba parte del ganado del occiso. El animal ha sido asegurado por las autoridades para su debida evaluación y resguardo.
Comprendiendo la Agresividad en el Ganado Vacuno: Causas y Comportamientos
Si bien el ganado vacuno, tanto toros como vacas, es comúnmente percibido como un animal dócil, existen factores que pueden desencadenar episodios de agresividad. Las causas suelen estar ligadas a desbalances hormonales, el estrés, el miedo o experiencias previas traumáticas.
“La tendencia a la agresividad en el ganado puede originarse por el miedo, experiencias pasadas y la influencia de factores hormonales. Es importante notar que las vacas pueden mostrar un comportamiento más belicoso entre ellas en comparación con los toros. Los ejemplares con cuernos emplean sus astas para empujar o golpear a sus adversarios en los flancos, mientras que las vacas sin cuernos utilizan su cabeza como un ariete para arremeter. Los enfrentamientos entre vacas pueden prolongarse, intercalando periodos de descanso, y una táctica común implica inmovilizar al oponente introduciendo el hocico entre la ubre y la parte posterior del animal”, explica el veterinario Sagi Denenberg, experto de la firma farmacéutica MSD.
“Las mordeduras de ganado son incidentes poco comunes y rara vez constituyen un comportamiento defensivo típico. Suelen estar asociadas a errores en los protocolos de alimentación o manejo, donde el animal podría confundir o reaccionar ante una mano u objeto durante el suministro de alimento.”
aDB
