Líder Citrícola de Apatzingán Impulsó Medidas de Protección Contra la Delincuencia Antes de su Asesinato

Bernardo Bravo, un pilar fundamental en la próspera industria citrícola del Valle de Apatzingán, Michoacán, había presentado recientemente un conjunto integral de propuestas para salvaguardar a los productores de limón frente a la creciente amenaza de la delincuencia organizada. Su incansable labor por un sector agrícola seguro y próspero culminó trágicamente con su deceso ayer en su propio estado.

Protegiendo el Futuro del Citrus Mexicano: Iniciativas Clave

En los momentos previos a su fallecimiento, Bravo, quien lideraba la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, dedicó sus esfuerzos a la gestación de iniciativas vitales para el sector. Estas propuestas estaban diseñadas para neutralizar las amenazas que impactan negativamente la producción y comercialización del reconocido limón mexicano, un producto emblemático de la región.

Ley Antiextorsión: Fortaleciendo la Seguridad del Productor Citrícola

Una de las prioridades de Bernardo Bravo fue la promoción activa de una ley antiextorsión enfocada en el sector agrícola. Dicha ley buscaba no solo incrementar las sanciones para quienes perpetran actos de extorsión, sino también establecer mecanismos de protección más robustos para los citricultores michoacanos. Estos agricultores han sido históricamente víctimas de exigencias ilegales por parte de grupos criminales, y el objetivo de Bravo era desarticular estas redes que paralizan la economía local y siembran el terror.

Erradicando el “Coyotaje”: Justicia y Rentabilidad para Citricultores

Otra piedra angular de su agenda fue la implementación de una ley anticoyotaje. El “coyotaje” describe la práctica de intermediarios que se aprovechan de su posición para ofrecer precios injustos por la cosecha de los agricultores. La propuesta de Bravo apuntaba a regular estas transacciones, asegurando que los productores recibieran una remuneración justa por su arduo trabajo y dedicación, fortaleciendo así su bienestar económico y su independencia.

Regulación de Cortes: Optimización y Salvaguarda en la Producción de Limón

Con el fin de optimizar la cadena de producción y, simultáneamente, minimizar las oportunidades para la delincuencia, Bernardo Bravo abogó por establecer un límite semanal de tres días para el corte de limón en Michoacán. Esta medida estratégica buscaba prevenir la concentración excesiva de producto en puntos de cosecha, reduciendo riesgos. Asimismo, pretendía profesionalizar y organizar de manera más eficiente las labores agrícolas, promoviendo la sostenibilidad del sector.

El Legado Imperecedero de un Defensor del Campo

El trágico asesinato de Bernardo Bravo representa una pérdida incalculable para la comunidad citrícola de Apatzingán y para el estado de Michoacán en su conjunto. Su valentía al enfrentarse a la adversidad y su visión para un sector agrícola más equitativo y seguro constituyen un legado inspirador. Las iniciativas que él defendió, como la ley antiextorsión y el combate al coyotaje, resuenan con mayor fuerza y urgencia en la actualidad.

La lucha por un campo libre de violencia y por una cadena de valor justa debe perseverar. El recuerdo de Bernardo Bravo y su compromiso inquebrantable con los productores de limón de Michoacán deben servir como catalizador para redoblar esfuerzos y materializar las propuestas que él defendió con tanta pasión hasta su último aliento.

aMR