Análisis Profundo: ¿Por qué la Paz en Ucrania Sigue Siendo una Encrucijada? Las Claves de Vladímir Putin y Volodímir Zelenski
A casi cuatro años del inicio de la invasión rusa en Ucrania, el conflicto persiste cobrando un alto precio en vidas humanas a diario. A pesar de los esfuerzos diplomáticos internacionales, la inflexibilidad de los líderes clave, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, ha impedido alcanzar un armisticio duradero.
El escritor y fotógrafo Marcelo Fabián Monges, en su aclamada obra “La encrucijada de la paz en Ucrania”, su cuarta publicación sobre el tema, arroja luz sobre cómo los antecedentes personales de ambos mandatarios influyen determinantemente en el desarrollo de los acontecimientos.
Según Monges, la historia de Zelenski como hijo único es crucial: “La narrativa mediática se centra en su figura, y su condición de hijo único moldea sus determinaciones”. Por otro lado, de Putin destaca que “forjó su camino de forma independiente, habiendo sido criado por sus abuelos”.
En una reveladora conversación con El Heraldo de México, Monges profundizó en los matices de la psique de Zelenski. Explicó que la prolongada ausencia de su padre, quien trabajaba en Mongolia, ha llevado al presidente ucraniano a “identificar a la patria con su madre”. Por ello, la cesión de cualquier parte del territorio ucraniano, incluso un 20%, representaría un “daño irreparable para ella”.
El autor también pone de manifiesto la considerable presión que ejerce la esfera nacionalista, tanto dentro como fuera de las Fuerzas Armadas ucranianas, sobre Zelenski:
“Instan a Zelenski a no negociar ni ceder terreno”. Esta presión, según el autor, es una de las razones fundamentales por las que las negociaciones de paz no avanzan, a pesar de las alarmantes cifras compartidas por Donald Trump, quien estima unas siete mil muertes semanales en el conflicto.
En el transcurso de la entrevista, Monges detalló las difíciles circunstancias de la infancia de Putin: “Putin, habiendo sido huérfano y criado por sus abuelos en condiciones de precariedad, donde la pobreza y la presencia de alimañas eran habituales, aprendió a defenderse en un entorno hostil”.
Esta formación temprana se ve complementada por su trayectoria: el líder ruso alcanzó el rango de “cinturón negro en judo y operaba como una figura de autoridad local, exigiendo pagos a quienes transitaban por su zona. A esto se suma su formación en la KGB, un programa diseñado para anular la empatía en los individuos”.
“Es un individuo que ha ordenado el asesinato de sus adversarios. Desde el inicio de la intervención, se estima que entre 20 y 30 opositores a la guerra han sido eliminados. El caso de Navalni es particularmente grave”, sentenció.
Asimismo, Monges advirtió sobre una percepción errónea del peligro nuclear: “La noción de que Putin no recurriría a un arma nuclear contra Ucrania denota una visión distorsionada de la realidad y una comprensión errónea de su carácter, al igual que una interpretación equivocada de Vladímir por parte de Zelenski”.
“No se debe obviar que se está tratando con un líder que ostenta la potestad sobre seis mil armas nucleares y está dispuesto a emplearlas”, enfatizó.
El autor también examina la efectividad de las sanciones impuestas por los aliados de Ucrania, la OTAN, para debilitar el régimen de Putin, concluyendo en la limitada eficacia de estas medidas.
Desde la perspectiva de Monges, existe una asimetría en el conocimiento mutuo de los líderes: “Es posible que Putin tenga un conocimiento superficial de Zelenski, pero este último parece desconocer verdaderamente quién es Putin. No obstante, es evidente que Putin subestimó a Zelenski”.
Esta subestimación, según el análisis de Monges, se originó en las expectativas iniciales de Putin, quien preveía una invasión de una o dos semanas y contaba con la posible huida de Zelenski. En otras palabras, “Putin consideró a Zelenski como un ‘actor menor'”.
Sin embargo, el objetivo actual de Zelenski, según el autor, es claro: “la derrota de Putin, no la consecución de la paz”. Esta postura es completamente comprensible, considerando “la destrucción de más de mil escuelas, mil hospitales, la pérdida de vidas infantiles, el sufrimiento de su pueblo y la devastación de ciudades enteras”.
La preocupación central que subraya Monges es el inminente riesgo de una escalada nuclear: la guerra en Ucrania representa un peligro significativo.
“Podría desencadenar un conflicto atómico entre la OTAN y Rusia. El problema radica en la presencia de dirigentes obtuso que no perciben esta amenaza o se niegan a reconocerla”, concluyó, pintando un sombrío panorama de la situación global.
aDB


