La lucha libre en México es mucho más que un deporte; es una tradición arraigada con una rica historia de héroes y leyendas. A lo largo de los años, el cuadrilátero mexicano ha sido testigo del surgimiento de innumerables talentos que han dejado una marca imborrable en la afición. Sin embargo, el camino de estas estrellas no siempre ha sido un cuento de hadas. Algunos ídolos del pancracio vieron sus fortunas desvanecerse por decisiones desafortunadas, mientras que otros sufrieron tragedias que truncaron prematuramente sus vidas y carreras.
En esta ocasión, rendimos homenaje a una de las figuras más icónicas de la lucha libre mexicana, un verdadero astro que brilló con luz propia en la década de los 90 y principios del nuevo milenio, especialmente dentro de la prestigiosa organización Triple A. Este carismático luchador, conocido por su oscuro personaje, desarrolló su carrera en un ambiente de misterio. Su trágico fallecimiento en 2009 sigue envuelto en relatos que sugieren que pudo haber sido testigo de algo inexplicable, incluso llegando a afirmar que “vio al demonio”. A continuación, exploraremos los detalles de su partida y el impacto que dejó en el mundo de la lucha libre.
Nos referimos a Andrés Palomeque González, una leyenda del pancracio universalmente reconocido como Abismo Negro. Este indomable campeón de la lucha libre, maestro del estilo rudo, conquistó el corazón de los aficionados con su imponente presencia en el ring y su inconfundible actitud de villano. Su impacto trascendió los límites del deporte, llevándolo a incursionar en el mundo del entretenimiento, donde participó en diversas series de televisión y programas de comedia, demostrando su versatilidad.
Más allá de sus épicos combates y sus merecidos triunfos, el foco de esta narración se centra en las circunstancias de su lamentable deceso. El que fuera el temido líder de los Vipers y el inolvidable ‘Rey del Martinete’ falleció el 22 de marzo de 2009. Un momento de profunda angustia lo llevó a tomar una drástica decisión: abandonar el autobús en el que viajaba junto a otras leyendas del wrestling mexicano con destino a Guadalajara.
La Trágica Partida de Abismo Negro: Un Fatal Episodio
El 22 de marzo de 2009 marcó el fin de la vida para Abismo Negro. El luchador, tras un inexplicable estado de agitación, descendió del autobús en el que viajaba con otros ídolos del pancracio. Los relatos de sus compañeros y las crónicas de la época describen un momento de angustia extrema o una severa crisis nerviosa que obligó a detener el vehículo para permitirle bajar. Este incidente desencadenó los fatídicos eventos que culminarían en su trágica desaparición.
Según testimonios recogidos por W Deportes y difundidos por el recordado comentarista de lucha libre, Arturo ‘El Rudo’ Rivera, los compañeros de viaje del ‘Rey del Martinete’ relataron que este se levantó de forma abrupta, manifestando gran perturbación y exigiendo que detuvieran el autobús. En medio de su confusión, afirmaba haber visto una figura demoníaca dentro del vehículo y la urgencia de escapar. A pesar de los intentos de sus colegas por retenerlo, sus esfuerzos resultaron infructuosos ante la desesperación del luchador.
Ante la insistencia de Abismo Negro, el conductor abrió las puertas, y el luchador se lanzó hacia la oscuridad de la vegetación circundante, desapareciendo de la vista de sus compañeros. Lamentablemente, fue hasta la mañana siguiente cuando se encontró el cuerpo de Andrés Palomeque González. El deportista fue hallado sin vida en las cercanías de un río. Tras su fallecimiento, se confirmó que el ‘Rey del Martinete’ luchaba contra la adicción a sustancias ilícitas. Se presume que esta batalla personal pudo haber contribuido al estado de alteración que experimentó aquel fatídico 22 de marzo de 2009, un día que quedaría grabado en la memoria de la lucha libre mexicana.
aDB


