El borde del fin: experiencias y cogniciones en la frontera de la vida y la muerte.

Ioseph
6 min. Lectura

La naturaleza humana nos impulsa a cuestionar los grandes misterios de nuestra existencia, y uno de los enigmas más fascinantes gira en torno a qué sucede una vez que la vida terrenal concluye. Aunque la certeza absoluta sobre el más allá es inalcanzable, existen conmovedores testimonios de personas que afirman haber transitado por la frontera de la muerte y retornado para compartir sus experiencias. Estos relatos, conocidos como Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM), continúan siendo objeto de profundo estudio e investigación científica.

Las ECM se manifiestan como episodios de consciencia intensificada durante momentos de grave crisis médica, cuando la salud de un individuo se encuentra al límite. En estas circunstancias, el corazón puede dejar de latir, la respiración cesar y la actividad cerebral parecer extinguirse. Sorprendentemente, quienes las han vivido describen una claridad mental extraordinaria, a menudo acompañada de sensaciones como la de flotar fuera del propio cuerpo, una paz sobrecogedora o la visión de una luz brillante y acogedora.

El término “experiencia cercana a la muerte” fue acuñado y popularizado en 1975 por el eminente psiquiatra Raymond Moody Jr., en su influyente obra “Vida después de la vida”. A raíz de la publicación de su libro, investigadores de todo el mundo comenzaron a documentar sistemáticamente estos casos. Hoy en día, existen organizaciones de renombre internacional, como la International Association for Near-Death Studies (IANDS), fundada en 1981, dedicadas a la recopilación de testimonios y a la organización de eventos académicos sobre este enigmático fenómeno.

El caso de Pam Reynolds es uno de los muchos testimonios impactantes de individuos que han vivido una ECM. A sus 35 años, se sometió a una cirugía cerebral de alto riesgo para extirpar un aneurisma. El procedimiento requería la detención de su corazón y el enfriamiento extremo de su cuerpo. Durante este lapso, Reynolds experimentó una disociación de su cuerpo físico, siendo capaz de describir con una precisión asombrosa detalles visuales y auditivos de la operación que, de haber estado plenamente consciente, le habrían sido imposibles de percibir.

Aspectos Clave de una Experiencia al Borde de la Muerte

Los estudios pioneros del Dr. Bruce Greyson, creador en 1983 de la Escala de Experiencias Cercanas a la Muerte, clasifican estas experiencias en cuatro dimensiones principales: cognitiva, emocional, paranormal y de transformación espiritual. Los elementos comunes reportados incluyen:

  1. Una sensación de desapego o proyección astral del cuerpo físico.
  2. Una agudización perceptible de los sentidos, incluyendo la vista y el oído.
  3. Experimentación de emociones positivas profundas, como paz y amor incondicional.
  4. La travesía a través de un túnel o un pasaje hacia una fuente de luz.
  5. El encuentro con una luminiscencia intensa, cálida y trascendente.
  6. La aparición de figuras espirituales, guías o seres queridos fallecidos.
  7. Una percepción alterada del tiempo y el espacio, a menudo experimentados de forma no lineal.
  8. Una revisión vívida y acelerada de los eventos y experiencias de la vida.
  9. La visualización de escenarios de una belleza y magnificencia inefables.
  10. La obtención de un conocimiento profundo y una comprensión intuitiva del universo.
  11. La percepción de un umbral, frontera o punto de no retorno.
  12. El retorno al cuerpo, ya sea voluntario o inducido por fuerzas externas.

Impacto y Repercusiones Post-Experiencia al Borde de la Muerte

En su seminal obra, el Dr. Moody documentó los profundos y duraderos efectos transformadores que las ECM ejercen sobre quienes las experimentan. Tras analizar cientos de casos, concluyó que la vasta mayoría de las personas que regresan de un estado cercano a la muerte experimentan un cambio radical y permanente en su perspectiva de vida. Algunas de las transformaciones más comunes y significativas incluyen:

  1. Una marcada disminución o completa eliminación del temor a la muerte.
  2. Un fortalecimiento de la conexión espiritual, la fe o la creencia en lo trascendental.
  3. El desarrollo de una mayor empatía, compasión y un fuerte impulso altruista hacia los demás.
  4. Una significativa reducción del apego y el interés por las posesiones materiales.
  5. La emergencia de una clara sensación de propósito vital o misión en la vida.

Respecto a las secuelas de estas vivencias extraordinarias, tanto el Dr. Moody como una amplia gama de investigadores coinciden en que, independientemente de la interpretación médica o espiritual, las experiencias cercanas a la muerte desencadenan una metamorfosis profunda y positiva en la personalidad y el enfoque vital de los individuos.

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