Descubre el fascinante “árbol Frankenstein”, una creación artística y botánica que fusiona arte, ciencia y la preservación de la biodiversidad. Sam Van Aken, un visionario artista y profesor estadounidense, ha dedicado más de una década a este proyecto único, resultando en un árbol frutal capaz de dar vida a hasta 40 variedades de frutas distintas en un solo tronco.
Bajo el nombre oficial de Tree of 40 Fruit, esta obra maestra busca salvaguardar valiosas variedades de frutas ancestrales que corren el riesgo de desaparecer debido a las exigencias de la agricultura industrial. “Quería crear algo que fuera visualmente impactante y, a la vez, tuviera un propósito práctico. Este árbol es una herramienta esencial para la conservación de especies frutales que han caído en desuso”, explicó Van Aken en una entrevista con Smithsonian Magazine.
El Árbol de las 40 Frutas: Un Milagro Primaveral
La inspiradora aventura de Van Aken comenzó en 2008. Al enterarse del inminente cierre de una granja experimental que albergaba más de 250 variedades de frutas tradicionales de hueso, decidió intervenir. Con el objetivo de preservar este valioso legado genético, recurrió a una técnica hortícola milenaria: el injerto.
Cada año, Van Aken enriquece el árbol principal con nuevas ramas, un proceso meticuloso que puede requerir entre cinco y ocho años para completarse. Las especies injertadas provienen mayoritariamente del género Prunus, incluyendo deliciosas variedades de duraznos, ciruelos, cerezos, nectarinos, almendros y albaricoques. “Cada primavera, el árbol se viste con un espectáculo de flores rosadas, blancas y púrpuras. Y en verano, cada rama nos recompensa con una fruta diferente”, compartió el artista en su sitio web oficial, Treeof40Fruit.com.
Arte y Conservación en Armonía Botánica
El célebre árbol Frankenstein es mucho más que una exhibición visual; es un valioso banco genético viviente. A través de sus injertos, coexisten especies que han sido olvidadas por la agricultura comercial moderna, a menudo desplazadas por cultivos más rentables o adaptados a condiciones ambientales específicas.
“Cada rama cuenta una historia, representa una variedad que estuvo al borde de la extinción. Mi objetivo es preservar la inmensa riqueza de la diversidad agrícola a través de una forma de expresión artística”, afirmó Van Aken, cuyas declaraciones fueron recogidas por National Geographic. Actualmente, puedes admirar múltiples ejemplares de esta obra única en museos, centros educativos y espacios públicos selectos.
aDB
