Los Monólogos de la Vagina: 25 Años de una Revolución Teatral que Rompe Tabúes
“Los Monólogos de la Vagina” no es solo una obra de teatro; es un fenómeno cultural que ha trascendido escenarios y fronteras, consolidándose como un referente ineludible en la historia del teatro mexicano. Con un cuarto de siglo de exitosa trayectoria, esta puesta en escena continúa resonando en el público, abordando con valentía y humor temas que históricamente han sido silenciados.
El Nacimiento de un Icono Escénico
La aventura de “Los Monólogos de la Vagina” en México comenzó el 19 de octubre de 2000. Su debut tuvo lugar en el Teatro Sala Chopin, un recinto íntimo con capacidad para 300 personas. La magia de esta obra, basada en el texto de Eve Ensler, pronto cautivó a la audiencia, demostrando que las historias íntimas y honestas sobre la experiencia femenina podían llenar teatros y generar conversaciones profundas. El éxito fue tal que, en sus inicios, el equipo de producción tuvo que seguir la función desde la cabina de proyección, un testimonio de la inesperada demanda y la atmósfera única que la obra generaba.
Un Escenario de Celebración y Diversidad
A lo largo de sus 25 años, “Los Monólogos de la Vagina” ha desfilado por diversos recintos emblemáticos de la Ciudad de México, incluyendo el Centro Cultural San Ángel y el Teatro Milán. Incluso, un salón de un hotel capitalino ha sido testigo de su poderosa narrativa. La obra no se ha limitado a la metrópoli, sino que ha emprendido exitosas giras por la República Mexicana, logrando llenos totales, como el impresionante evento en el Teatro Galerías de Guadalajara.
Voces que Trascienden: Actrices y Experiencias
La fortaleza de “Los Monólogos de la Vagina” reside, en gran medida, en las innumerables actrices que han dado vida a sus personajes. Cada interpretación ha aportado una capa única a la obra:
- Susana Alexander enriquecía las funciones al incorporar sus propias anécdotas, creando una conexión aún más personal con el público.
- Susana Zabaleta demostró profesionalismo y entereza ante situaciones incómodas, como cuando un grupo de hombres en estado de ebriedad intentó interrumpir su actuación.
- En 2014, la obra tuvo una temporada especial en español en Nueva York, con la participación de Kate del Castillo, Angélica María y Angélica Vale, junto a la autora Eve Ensler. Daphne Rubin-Vega también brilló en esta temporada en el Westside Theatre, recibiendo elogios de la crítica por su primera actuación en español.
- Salma Hayek se sumó a la obra en una función especial en 2006, añadiendo aún más brillo a su ya impresionante trayectoria.
- Itatí Cantoral formó parte del montaje en una etapa avanzada de su embarazo, un gesto que subraya la relevancia y el compromiso con la obra.
- Diana Bracho reveló la profunda conexión emocional que la obra generaba, confesando que lloraba en los ensayos al leer monólogos que abordaban temas tan sensibles como el nacimiento de su nieta.
- Stephanie Salas fue una de las pioneras en unirse al proyecto, encontrando en él un espacio para su desarrollo como actriz y mujer.
- Las hermanas Ludwika y Dominika Paleta compartieron escenario, mostrando una complicidad palpable. En algunas funciones, su padre, violinista, amenizaba el ambiente.
- Dalílah Polanco, tras su paso por la obra, recibió el apoyo de sus colegas Raquel Garza, Luz Aldán, Tanya Selmen y Laura Pérez Cisneros durante su participación en “La Casa de los Famosos México”.
- El guion de la obra abrió puertas a la actuación para diversas personalidades, como la sexóloga Anabel Ochoa.
- Janet Arceo encontró en la dirección de Matarredona el apoyo necesario para sentirse segura al interpretar el texto.
- La presentadora Maxine Woodside experimentó temor ante la profundidad del guion, pero logró superarlo para subir al escenario.
- Ofelia Medina evocó la picardía femenina al confesar que, si fuera más joven, habría preferido un tequila a la taza de café o té que solía acompañar a las actrices en escena.
Momentos Inolvidables y Anécdotas de Escenario
La larga vida de “Los Monólogos de la Vagina” está salpicada de historias fascinantes:
- Una temporada de funciones diarias en la Ciudad de México requirió la preparación de tres escenografías diferentes para mantener la frescura y la logística.
- En una ocasión, ante un fallo eléctrico, la producción demostró ingenio al comprar entre 200 y 300 velas para iluminar el escenario, creando una atmósfera mágica e inesperada.
- La carga de trabajo llevó a situaciones de improvisación, como cuando el director tuvo que convencer a su esposa, Irasema Terrazas, de sustituir a una actriz que no estaba programada, demostrando la resiliencia del equipo.
- Pia Aun tuvo una participación fugaz pero destacada como “bomberazo” mientras audicionaba para el musical de Broadway “Chicago”.
- La música también jugó un papel, con la arpista Mónica Reyes y un trío de Los Dandy’s encargándose de amenizar algunas partes de la obra.
- Durante la pandemia, Lorena de la Garza, Irasema Terrazas y Pamela Cerdeira mantuvieron viva la obra con una lectura virtual transmitida por Facebook.
El Legado de “Los Monólogos de la Vagina”
Más allá del entretenimiento, “Los Monólogos de la Vagina” ha sido un catalizador de cambio. Su guion rompió barreras, desarmó silencios y ofreció un espejo honesto sobre el cuerpo, el deseo y la libertad femenina. Veinticinco años después de su estreno en México, la obra sigue siendo una voz potente y necesaria, invitando a la reflexión y a la celebración de la experiencia femenina en toda su diversidad. Su impacto en la escena teatral y en la conversación social es innegable, asegurando su lugar como un hito revolucionario.

