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UNAM: semestre intermedio en vilo; año signado por disputas.

IOSEPHUS
9 Lectura mins.

UNAM: Un Semestre Marcado por la Inestabilidad y la Lucha por la Seguridad

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha atravesado un semestre académico particularmente convulso, caracterizado por interrupciones constantes que han afectado la normalidad de las clases presenciales. Desde finales de septiembre hasta bien entrado noviembre, una sucesión de paros estudiantiles, tomas de instalaciones, daños, amenazas de bomba y medidas de seguridad extraordinarias han interrumpido el calendario lectivo en numerosos planteles.

Un análisis detallado del periodo agosto-noviembre revela que una fracción significativa del semestre se ha visto comprometida por estos eventos. Aunque los cierres no han afectado a todas las sedes por igual, la dispersión de los conflictos ha generado un panorama general de inestabilidad académica para una parte considerable de la comunidad universitaria.

CCH Sur: El Epicentro de la Prolongada Suspensión de Clases

El caso más emblemático de esta situación es el del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur. Este plantel ha permanecido sin impartir clases presenciales de forma continua desde el pasado 22 de septiembre, tras el trágico asesinato de un alumno en sus inmediaciones. A mediados de noviembre, la suspensión sumaba 56 días ininterrumpidos, lo que representa más de la mitad de los días hábiles del semestre para su comunidad estudiantil.

Desde el 22 de septiembre, la UNAM ha experimentado una falta casi total de días hábiles sin alguna forma de afectación académica en alguno de sus planteles. Tanto las preparatorias como las facultades han registrado suspensiones intermitentes, transiciones forzadas a la modalidad en línea, o entregas de instalaciones con daños que han imposibilitado el funcionamiento habitual.

La concentración de conflictos se agudizó a finales de septiembre, coincidiendo paros, suspensiones y traslados a clases virtuales en instituciones clave como Medicina, Economía, Arquitectura, Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Sociales, Química, Ingeniería y Derecho. A esta lista se sumaron sedes periféricas como las Facultades de Estudios Superiores (FES) Acatlán, Zaragoza y Cuautitlán, así como la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia.

Hacia el final de septiembre, hasta siete de cada diez planteles de la UNAM experimentaron interrupciones en sus actividades presenciales, impactando a cerca de 300 mil estudiantes que, de un día para otro, vieron interrumpidas sus actividades académicas.

El Impacto Detallado por Facultad

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, por ejemplo, vio su semestre fracturado a partir de finales de septiembre. Tras una suspensión inicial el 23 de septiembre, el plantel entró en paro del 25 de septiembre al 3 de octubre. Un nuevo cese de actividades ocurrió el 7 de octubre en solidaridad con Palestina, seguido de un cierre prolongado hasta el 27 de octubre, cuando se decretó la migración a clases en línea. En términos calendáricos, la facultad acumula 50 días naturales sin clases presenciales, equivalentes a 36 días hábiles, afectando casi la mitad de su semestre.

Durante octubre, cada día hábil registró al menos un plantel con actividades presenciales suspendidas, ya sea por tomas prolongadas, clases virtuales o cierres debido a amenazas de bomba o agresiones.

Varias facultades han sufrido pérdidas significativas de tiempo lectivo. La FES Zaragoza ha operado presencialmente en menos del 40% de los días del semestre, mientras que en la Facultad de Arquitectura la afectación supera un tercio del ciclo. La Facultad de Medicina, Odontología y la ENES Morelia se encuentran en rangos similares, con pérdidas entre el 40% y 50%. Artes y Diseño también ha sufrido una afectación cercana al 40% debido a suspensiones intermitentes.

A principios de noviembre, la inestabilidad persistía. Con solo 11 días para finalizar el semestre, estudiantes del CCH Sur, Odontología, Medicina, FES Zaragoza, ENES Morelia, Química, Contaduría y Administración, Artes y Diseño, Veterinaria e Ingeniería aún no regresaban a sus aulas. La Facultad de Ingeniería, sin embargo, ofreció clases híbridas bajo acuerdo entre alumnos y profesores.

Estudiantes han sido evacuados de preparatorias de la UNAM ante situaciones de riesgo.

Un Año de Interrupciones Académicas en la UNAM

Más allá del semestre actual, un recuento anual de las interrupciones académicas en la UNAM revela una tendencia preocupante. A lo largo de 2025, diversos planteles han enfrentado suspensiones prolongadas por una variedad de motivos, incluyendo demandas relacionadas con comedores subsidiados, seguridad, daños a la infraestructura, protestas y amenazas.

La Facultad de Psicología acumula más de 70 días de suspensión en lo que va del año. El CCH Sur se acerca a los 80 días de afectación, mientras que la ENES Morelia y la Facultad de Odontología rondan los 50 días cada una. La FES Zaragoza y la Facultad de Ciencias superan los 40 días de interrupción.

Las afectaciones anuales se concentraron en dos oleadas principales: la primera en abril, ligada al Artículo 15 del Tribunal Universitario y protestas por comedores subsidiados; y la segunda, más extensa, a partir de finales de septiembre, desencadenada por el asesinato en el CCH Sur.

La suma de días de suspensión en todos los planteles a lo largo de 2025 supera los 800 “días-plantel”, una cifra que evidencia la simultaneidad y dispersión de los cierres en toda la universidad. Esto equivale a que un solo plantel hubiera permanecido cerrado por más de dos años naturales. Esta métrica permite dimensionar la magnitud del impacto acumulado a lo largo del año completo.

Estudiantes de la UNAM se organizan para exigir mayores garantías de seguridad a las autoridades universitarias.

La Experiencia Estudiantil: Un Semestre Fragmentado

Para los estudiantes, la vivencia ha sido la de un ciclo académico fragmentado y lleno de incertidumbre. “Vivimos semana a semana. Nadie sabía si habría clases presenciales o no al siguiente día”, comenta Paola, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Ariel, alumno de Contaduría y Administración, añade: “Muchos de los que somos foráneos nos fuimos a nuestras casas, pero con esa incertidumbre de saber si de pronto se iba a decretar el regreso”.

Los docentes también señalan que la incertidumbre ha afectado los ritmos de estudio, la planificación académica y la posibilidad de evaluaciones regulares.

A tan solo dos semanas de la conclusión del semestre, la UNAM finaliza este periodo con varios planteles aún sin normalizar la presencialidad. Las comunidades han cursado octubre y noviembre entre cierres, clases en línea y reanudaciones parciales. Las interrupciones iniciadas a finales de septiembre se han prolongado lo suficiente como para impedir un retorno uniforme a las aulas, dejando tras de sí un semestre marcado por ritmos académicos dispares.

Crisis de Seguridad: Eventos Recientes que Han Desestabilizado a la UNAM

Diversos sucesos recientes han exacerbado una crisis de seguridad en la UNAM, desestabilizando a la comunidad estudiantil y a la institución en general:

  • 22 de septiembre: Un estudiante de 16 años es asesinado con arma blanca por un compañero de 19 años en el CCH Sur. Este crimen conmociona a la comunidad universitaria, generando protestas y demandas generalizadas de mayor seguridad.
  • 22 y 23 de septiembre: Tras el asesinato en el CCH Sur, las autoridades reportan advertencias de masacres y amenazas de explosivos en varios planteles. Se suspenden las clases presenciales en al menos 25 escuelas, facultades y preparatorias.
  • 2 de octubre: Un grupo encapuchado, identificado como el Bloque Negro, causa destrozos y vandaliza instalaciones del Centro Cultural Universitario Tlatelolco en el marco de conmemoraciones. El rector lamenta los hechos.
  • 25 de octubre: Rodrigo Mondragón, aficionado del Cruz Azul, fallece tras ser retenido y presuntamente agredido por personal de seguridad de la UNAM en el Estadio Olímpico Universitario. La familia denuncia uso excesivo de la fuerza.

aDB ROi

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