La República Popular China ha ampliado formalmente la suspensión de impuestos adicionales sobre mercancías provenientes de Estados Unidos. Esta acción recíproca surge tras la decisión de Washington de disminuir sus propias gravaciones sobre bienes chinos, y se inscribe en los esfuerzos continuos por armonizar los vínculos económicos entre estas dos grandes economías.
El mandatario norteamericano Donald Trump promulgó una orden ejecutiva para reducir las tarifas adicionales aplicadas a una extensa lista de productos chinos, rebajándolas de un 20% a un 10%. Estas imposiciones fiscales se habían implementado inicialmente como una represalia por lo que la Casa Blanca consideraba la participación de China en la distribución de fentanilo en territorio estadounidense.
Previamente, Trump había reinstaurado una tarifa extra del 20% a productos chinos, atribuyendo a Beijing responsabilidad en la cadena de suministro del fentanilo. No obstante, tras la cumbre entre Trump y Xi Jinping celebrada el mes pasado en Busan, Corea del Sur.
Medidas de Control Chinas Suspendidas
Pekín se comprometió a adoptar normativas más rigurosas para contener la exportación de sustancias precursoras empleadas en la elaboración de este opioide sintético destinado a Estados Unidos. A cambio de este compromiso, la administración estadounidense accedió a reducir sus aranceles sobre importaciones chinas del 20% al 10%, con efecto a partir del 10 de noviembre.
Como parte de este acuerdo mutuo, el gobierno chino también anunció la paralización, por un periodo de un año, de las regulaciones implementadas el 9 de octubre relativas a la exportación de tierras raras y otros materiales estratégicos.
“Las restricciones sobre las tierras raras han sido eliminadas”, declaró el presidente Trump tras su encuentro con Xi.
Pactos entre China y EE. UU.
Las negociaciones entre el mandatario republicano y Xi Jinping no solo abordaron la problemática de los aranceles y el fentanilo, sino que también propiciaron acuerdos complementarios orientados a consolidar una relación comercial más estable. Cabe destacar una nueva postergación de los aranceles recíprocos más punitivos, que se extenderá hasta el 10 de noviembre de 2026.
Esta prórroga brinda un alivio a las empresas de ambas naciones, aportando una mayor certidumbre y estabilidad al intercambio comercial bilateral a mediano plazo. La supervisión del cumplimiento por parte de Estados Unidos y la ejecución efectiva de los compromisos por parte de China serán cruciales para el éxito sostenido de estos pactos.
