Aunque México es reconocido por su rica y diversa cocina, y sus antojitos son ideales para satisfacer el apetito de forma placentera, una tendencia creciente muestra a individuos prefiriendo productos como barras nutritivas, bocadillos ricos en fibra y cereales bajos en calorías. Estos artículos, a menudo presentados con empaques atractivos y mensajes inspiradores, prometen beneficios para la salud de forma inmediata.
Sin embargo, a pesar de su aparente salubridad en contraste con comidas como los populares tacos al pastor, investigaciones internacionales han puesto de manifiesto que muchos de estos productos contienen niveles excesivos de azúcares, sodio y grasas añadidas, superando las directrices establecidas por entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA).
En este contexto, un estudio mexicano ha captado considerable atención por sus reveladores hallazgos. Estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) llevaron a cabo un análisis comparativo que desafía una creencia común sobre la comida callejera de México: la noción de que los tacos al pastor son una fuente calórica excesiva, inadecuada para un régimen alimenticio balanceado.
Un estudio en México desvela la verdad sobre el consumo de tacos al pastor: ¿perjudiciales para la salud?
La investigación, titulada “Antojitos mexicanos, una fuente energética”, examinó los tacos al pastor y las flautas de cochinita pibil, dos platillos emblemáticos de la comida popular mexicana. Para recopilar datos precisos, los estudiantes prepararon las muestras de manera estandarizada y analizaron su contenido de humedad, grasa, proteínas, carbohidratos y minerales.
Los resultados fueron sorprendentes: los tacos al pastor presentaron un 42.47% de humedad, 11.92% de grasa, 20.77% de proteína y 1.33% de minerales. Por su parte, las flautas mostraron porcentajes de humedad y grasa similares, pero un mayor contenido de carbohidratos y una cantidad de proteína significativamente menor.
Las pautas de la OMS sugieren que la ingesta diaria de azúcares añadidos no debería exceder el 10% de las calorías totales, y preferiblemente el 5% para mayores beneficios. A pesar de que las barras de granola se promocionan a menudo como alternativas “naturales”, diversas organizaciones internacionales advierten que muchas de ellas aportan entre 12 y 20 gramos de azúcar por porción, acercándose peligrosamente al límite diario recomendado.
Investigaciones compiladas por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard corroboran esta tendencia, señalando que una gran cantidad de productos comercializados como saludables, incluidas las barras energéticas, contienen altos niveles de azúcares añadidos para mejorar su sabor y conservación, a expensas de su valor nutricional.
En comparación, un taco al pastor típico aporta menos azúcar y una distribución equilibrada de proteínas, grasas y carbohidratos, especialmente si se prepara con la marinada tradicional, piña fresca y tortilla de maíz. Aunque contiene grasa, esta es inferior a la encontrada en productos como donas, patatas fritas e incluso algunas barras cubiertas de “yogur”, cuyo contenido graso puede oscilar entre el 20% y 30%, de acuerdo con datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El estudio de la UDLAP también destacó que las flautas de cochinita, si bien son más ricas en carbohidratos, presentan niveles de grasa aceptables y pueden ser una fuente de energía para individuos con alta actividad física. Basándose en su análisis, los estudiantes sugirieron un consumo moderado: hasta tres tacos al pastor o cuatro flautas, siempre considerando la frecuencia, el nivel de actividad física y las necesidades individuales de cada persona.

