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Salomé de Strauss, reinventada con esencia latina por David Lomelí.

IOSEPHUS
8 Lectura mins.

Una nueva interpretación de la ópera Salomé de Richard Strauss, que se espera que redefina los estándares musicales tanto en México como a nivel global, ha sido documentada. Este ambicioso proyecto está bajo la dirección de David Lomelí, quien además de ser el productor ejecutivo y consultor artístico, posee una trayectoria poco convencional: de extenor a ingeniero en sistemas y maestro en marketing, ahora fusiona arte, ciencia y gestión empresarial para innovar en el ámbito operístico.

Lomelí buscaba una versión distintiva de Strauss, con un carácter más cálido y apasionado, lejos de la interpretación germana, descrita como más fría y marcial. “Apostamos por un sonido más visceral, profundo y con mayor cuerpo. La Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) posee precisamente esa cualidad: un timbre rico y distintivo”, afirmó.

Más allá de ser una simple grabación, Lomelí concibe este proyecto como un gesto de reconocimiento y una demostración del potencial de México para generar arte de talla mundial.

La narrativa personal de Lomelí se entrelaza de manera crucial con la gestación de esta obra.

“Mi inicios fueron como tenor, pero una afección física en el abdomen alteró drásticamente mi rumbo. Quistes afectaron mi diafragma. Si bien mis cuerdas vocales estaban intactas, el dolor me obligó a abandonar mi carrera”, compartió en una entrevista para El Heraldo de México.

Añadió que la transición profesional fue desafiante. “Intenté incursionar en áreas ajenas a la música. Incluso consideré un puesto en análisis de datos para el Manchester United, mi otra gran pasión, pero las oportunidades fuera del ámbito musical eran escasas. Finalmente, acepté una posición como asistente de casting en Dallas en 2014”.

En este rol, su perspicacia pronto le hizo destacar:

“Propuse la digitalización de contratos, lo que resultó en ahorros significativos. Al no obtener el aumento solicitado, pedí un cambio de puesto que me permitió ascender hasta director artístico. Durante un proceso de selección, conocí al director de la Ópera de Múnich, quien me ofreció una posición allí”.

Durante el periodo de confinamiento, mientras los traslados internacionales se veían limitados, asumió la dirección digital de la Dallas Opera, lo que impulsó su presencia en Instagram hasta superar los cien mil seguidores. Fue entonces que comprendió la discreción de su rol: “Comencé a producir contenido y surgieron oportunidades con otras compañías: Atlanta, Múnich, Dallas. Actualmente, ocupo el puesto de director estratégico en Múnich”.

Actualmente, Lomelí también lidera Lomelí Consulting, una firma dedicada a la planificación artística y la organización de audiciones para prestigiosas casas de ópera en ciudades como Santa Fe, Dallas, Atlanta, Múnich y Rijeka, Croacia.

Revela que una de sus claves es su enfoque analítico, inspirado en la metodología Moneyball del béisbol, desarrollada por Billy Beane, pero adaptada al mundo de la música clásica: una fusión de análisis estadístico, datos y una profunda sensibilidad artística. “Es como predecir quién será el próximo Pavarotti. Unifico arte y ciencia para tomar decisiones informadas”, explicó.

Esta metodología resultó fundamental en la conformación del selecto elenco de Salomé.

“La participación de Amber Braid y Nick Brownlee no fue casualidad, sino fruto de un análisis musical exhaustivo. Mi trabajo se basa en datos, calendarios, presupuestos y repertorios. Estaba al tanto de su disponibilidad, de su capacidad vocal y de los costos asociados”, detalló.

Respecto a Amber Braid, quien interpreta el rol principal, Lomelí comentó: “Tuve la oportunidad de verla cantar la Reina de la Noche hace años, y hoy la escucho dominar a 90 músicos con una técnica robusta y segura. Su evolución es un claro reflejo de dedicación y pericia vocal”.

Sobre Nick Brownlee, bajo-barítono galardonado en Operalia, añadió:

“Posee un dominio excepcional del español y una voz de resonancia impactante. Para mí, representa el estándar actual de cómo debe sonar un bajo-barítono en las obras de Strauss y Wagner”.

“Hoy en día, se reconoce cuando un elenco ha sido seleccionado por David Lomelí. Deben poseer técnica, musicalidad y ser personas íntegras. No contrato a gente difícil, para nada”, enfatizó.

En relación con la elección de la OSM, que considera esencial para lograr el sonido deseado, expresó: “Esta orquesta no solo exhibe un nivel de élite, sino que posee una cualidad que trasciende lo técnico. Su sonido se percibe visceralmente. Tiene una resonancia profunda”.

“La cohesión sonora de la orquesta, forjada a lo largo de años de colaboración, es lo que distingue esta grabación de las producciones europeas”, reiteró.

Reveló además que la decisión de grabar en México tuvo motivaciones tanto estratégicas como personales. “Aquí comenzó mi trayectoria… y deseaba que el sonido reflejara ese origen”.

En cuanto al principal desafío de emprender un proyecto de esta envergadura, Lomelí señala que no se trataba únicamente de alcanzar la cumbre artística, sino también de conectar con nuevas audiencias, para lo cual la tecnología desempeña un rol primordial como pilar del proyecto.

“Nuestro objetivo es que este disco sea apreciado tanto por los devotos de Strauss como por aquellos que nunca han asistido a una ópera. ¿Por qué Bad Bunny llena el Super Bowl y la ópera no? Debemos llegar a través de los teléfonos, en bares, incluso en TikTok si es necesario, sin comprometer la calidad”, argumentó.

Agregó: “Esta será una grabación que honrará fielmente la concepción sonora original de Strauss. Buscamos ofrecer la máxima calidad de manera accesible”.

De este modo, el proyecto, según Lomelí, marca el inicio de una nueva era para la ópera latinoamericana, caracterizada por una perspectiva moderna, incluyente y firmemente anclada en el presente.

“Mi propósito no era simplemente grabar un disco. Buscaba generar un impacto significativo. Demostrar que desde México se pueden lograr producciones de la más alta calidad. Y lo he hecho con pasión, con excelencia… y con un toque de audacia, si es posible”, manifestó.

Concluyó: “La ópera no es exclusiva de una élite. Está destinada a todos. Simplemente requiere ser bien ejecutada y desde el lugar de origen, aprovechando los recursos disponibles. En este caso, nuestros recursos fueron México. Y eso fue más que suficiente”.

 

DETALLES DEL PROYECTO

  • El proceso de grabación de Salomé se extendió por dos semanas.
  • Actualmente, la ópera se encuentra en fase de posproducción y su lanzamiento está programado para la primavera de 2026.
  • El lanzamiento incluirá una producción documental de alcance internacional, con una premier prevista en Nueva York.
  • Más de 150 profesionales, entre músicos, cantantes y personal técnico, forman parte de este proyecto.

 

OdL

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