Al aproximarse el fin de 2025 y el comienzo de 2026, surge la inquietud sobre las perspectivas del próximo año en diversos ámbitos: finanzas, bienestar, relaciones, carrera, familia, y más. Para vislumbrar lo que el futuro próximo podría traer, es común recurrir a la astrología tradicional o a la lectura de naipes. Sin embargo, existe un método ancestral poco difundido que puede ofrecer una visión clara de nuestra fortuna para 2026: la milenaria astrología japonesa.
La Kyusei Kigaku, también conocida como la Ciencia de las Nueve Estrellas, es una de las disciplinas esotéricas más arraigadas en Japón, utilizada incluso para la planificación de eventos significativos como enlaces matrimoniales, traslados o decisiones financieras. El calendario oriental anticipa que 2026 será un periodo de gran dinamismo, el año del Caballo de Fuego, un ciclo asociado con el movimiento, la expansión y los giros imprevistos. La influencia dominante recaerá en la Estrella Blanca de Agua, un símbolo de adaptabilidad, perspicacia y metamorfosis, que impactará a todas las estrellas del sistema, pero especialmente a aquellos regidos por los elementos agua y madera.
Expertos en la astrología japonesa pronostican que 2026 se caracterizará por la flexibilidad, la creación de redes de contacto y los desplazamientos. Las previsiones sugieren que será una etapa propicia para aquellos dispuestos a reinventarse, explorar nuevos horizontes o fortalecer lazos afectivos y profesionales. Asimismo, se anticipa un período fértil para las evoluciones laborales y para quienes deseen abrirse a posibilidades en el ámbito digital y creativo.

El funcionamiento de la Ciencia de las Nueve Estrellas
Este sistema fusiona principios de la astronomía oriental, el arte del feng shui y la numerología para dilucidar la fortuna, las oportunidades y los desafíos de las personas, basándose en su fecha de nacimiento. La Kyusei Kigaku asigna a cada individuo una de nueve estrellas, del 1 al 9, calculada mediante la suma de los dígitos del año de nacimiento hasta obtener un número único. Por ejemplo, para 1987, la suma es 1 + 9 + 8 + 7 = 25, y luego 2 + 5 = 7. Esta estrella primaria, llamada Honmyosei, define la energía inherente de cada persona.
Cada año, estas estrellas se reorganizan dentro de un “disco de destino”, una especie de compás energético que influye en la suerte en asuntos amorosos, económicos, de salud, creativos y de viajes. En Japón, se calcula que aproximadamente el 70% de la población consulta estas predicciones antes de tomar decisiones importantes.

Las estrellas con mayor fortuna en 2026
Según análisis de sitios especializados en esta técnica de adivinación, 2026 se perfila como un año favorable para las estrellas asociadas con los elementos agua y madera, las cuales se verán potenciadas por la dinámica del Caballo de Fuego y la influencia de la Estrella Blanca de Agua. La clave para capitalizar este ciclo radicará en la paciencia, la inventiva y la buena comunicación.
La Estrella 1, vinculada al elemento Agua, se presenta como la más afortunada del año. Aquellos nacidos en años como 1944, 1953, 1962, 1971, 1980, 1989, 1998, 2007 y 2016 podrían experimentar ascensos, encuentros significativos y oportunidades de viaje. Para los solteros, se vislumbran conexiones importantes, mientras que los profesionales podrán anticipar un desarrollo marcado por la capacidad de adaptación. En segundo lugar, la Estrella 3, del elemento Madera, destacada por su energía creativa, augura meses de gran éxito en ventas, el ámbito artístico y el lanzamiento de nuevas iniciativas.

Estrellas en proceso de cambio y prácticas para potenciar la buena suerte
También se anticipan beneficios para la Estrella 4 (Madera), propicia para resolver conflictos, mejorar la comunicación y recibir ofertas laborales. Las estrellas 6 (Metal) y 9 (Fuego) gozarán de una suerte favorable en negociaciones, relaciones interpersonales y proyectos creativos con potencial económico. Por otro lado, la Estrella 5 (Tierra) se enfrentará a etapas de profunda transformación, mientras que la Estrella 8 (Tierra) se enfocará en consolidar la estabilidad en el hogar, la familia y las finanzas.
Para quienes deseen maximizar su prosperidad en 2026, la astrología nipona señala la “dirección afortunada” hacia el sur-sureste, un punto ideal para realizar adquisiciones importantes o dar inicio a nuevos proyectos. Ciertas fechas, como el 15 y 16 de marzo, se consideran momentos propicios para multiplicar la energía positiva. Entre los rituales ancestrales recomendados se encuentra la ofrenda de leche endulzada a un árbol de higuera, un acto simbólico destinado a armonizar las emociones y atraer la abundancia.

