El competidor de la Serie IndyCar, afiliado a Arrow McLaren SP, llega con una considerable dosis de confianza, resultado de sus recientes triunfos y pole positions que lo catapultaron al subcampeonato en la categoría estadounidense durante 2025.
Este fin de semana, se erige como el único representante mexicano al mando de un monoplaza de Fórmula 1 durante el Gran Premio de México, lo que inevitablemente lo pone bajo el escrutinio de la afición local.
“Desde siempre me ha atraído la Fórmula 1; mi pasión por los coches nació con la F1. Como niño, uno mantiene sus sueños intactos y he seguido persiguiendo este, así que voy a saborear cada instante”, compartió el piloto antes de un encuentro con sus seguidores en un centro comercial, donde aproximadamente cuatro mil personas aguardaron pacientemente su aparición y lo recibieron con gran entusiasmo.
O’Ward reconoce un prolongado interés y una conexión recurrente con la máxima categoría del automovilismo a lo largo de su trayectoria, una aspiración que data de hace seis años. Aunque es consciente de los múltiples elementos que deben confluir, como asegurar un asiento deseado, la financiación necesaria y sortear las complejidades políticas inherentes, no descarta que este anhelo se materialice.
“Llevo años explorando la Fórmula 1” y admite que “ya no hay mucho que hacer por mí en la F1, pero entiendo por qué sigue interesado”.
Una de sus afirmaciones más directas señala: “No dispongo de 30 millones de dólares para obtener un lugar en la F1”, reconociendo que factores externos a su desempeño pueden ser determinantes.
Paralelamente, asegura que si la oportunidad en la F1 no se presenta, la IndyCar continuará siendo su hogar, un entorno donde se siente realizado, valorado y con posibilidades de competir al más alto nivel.
Un tema aparte es su perspectiva sobre uno de los jóvenes talentos mexicanos que están emergiendo en Europa, Noel León, a quien O’Ward se refiere afectuosamente como el “güerito”. Comentó que conoce al padre de León desde sus inicios en el karting, cuando él mismo estaba dando sus primeros pasos, por lo que siente orgullo al verlo progresar.
“Lo conozco desde hace tiempo… me alegra que les esté yendo bien”, expresó, y a su vez, reconoció que León está siguiendo una ruta europea más directa hacia la F1 —a diferencia de su propio camino americano— y que merece todo el respaldo para alcanzar su meta.
Finalmente, O’Ward indica que su aspiración de llegar a la Fórmula 1 aún se mantiene “cerca”, pero que no siente decepción si no se concreta.
Él afirma que su verdadero lugar está en la IndyCar, donde tiene contratos vigentes, desafíos definidos como las 500 Millas de Indianápolis, y una base de aficionados que lo sigue apasionadamente cada domingo.
“Estoy muy bien donde estoy… este es mi entorno, lo disfruto”, declaró recientemente.
Con esto, deja claro que, si bien la posibilidad de ingresar a la F1 permanece latente, está viviendo su etapa actual con plenitud, orgullo y una exhaustiva preparación.
Con su participación este fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez, Patricio O’Ward no solo representa a México, sino que también subraya su relevancia en el panorama del automovilismo global: un piloto que aspira a lo más alto sin olvidar la pista en la que compite hoy.
