En una vibrante manifestación de cultura latina, la Sundance Square Plaza, ubicada en Fort Worth, Texas, reunió a cientos de entusiastas para presenciar la ceremonia de pesaje. El evento sirvió como antesala del esperado enfrentamiento entre Vergil Ortiz Jr. y Erickson Lubin, programado para el sábado en la Dickies Arena.
Animado por vítores, carteles y música, el público mostró su apoyo al pugilista local, quien regresa al cuadrilátero con la firme determinación de reafirmar su estatus como uno de los talentos emergentes más destacados del boxeo estadounidense. Ortiz, monarca interino del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), marcó 153.8 libras en la báscula, mientras que su oponente, Lubin, registró 154 libras, cumpliendo ambos con el requisito previo al combate sin inconvenientes.
Además de mantener su récord invicto, Ortiz aspira a conquistar el trofeo especial del Día de Muertos, un diseño exclusivo del CMB que honra las tradiciones mexicanas. El púgil tejano, de ascendencia latina, expresó su preparación para ofrecer un espectáculo memorable ante sus seguidores.
Un retorno de gran significado
La vuelta de Ortiz al cuadrilátero tiene una importancia especial. El joven boxeador, de 27 años, se ha recuperado de un episodio de rabdomiólisis, una afección muscular que lo obligó a un prolongado retiro y que puso en jaque su trayectoria profesional.
Tras meses de convalecencia, ha regresado con renovada fuerza y ahora se enfoca en consolidar su camino hacia la conquista de un campeonato mundial indiscutible.
“Soy consciente de que Lubin no busca un simple pago; ofrecerá una contienda reñida, ya que su objetivo es el mismo que el mío. Aspira al título mundial y este enfrentamiento es crucial”, manifestó Ortiz en una entrevista concedida a El Heraldo de México.
Por su parte, Erickson “The Hammer” Lubin, de 30 años, llega a este compromiso con la motivación de frenar el ascenso de Ortiz. El estadounidense anhela reivindicarse tras sus derrotas frente a Sebastián Fundora y Jermell Charlo, y reconoce que una victoria decisiva en Fort Worth lo reintegraría al círculo de los púgiles más relevantes de la división.
Habiendo superado la prueba de la báscula, ambos púgiles coinciden en que solo queda aguardar el sonido de la campana para el inicio del primer asalto. La cartelera también presentará un atractivo combate coestelar entre Darius Fulghum y David Stevens, quienes prometen elevar la expectación antes del evento principal de la noche.
La expectación es palpable: los habitantes de Texas están listos para presenciar una contienda épica.
