Vergil Ortiz, campeón interino de peso superwelter del Consejo Mundial de Boxeo, defendió exitosamente su título ante su público. El sábado por la noche en el Dickies Arena de Fort Worth, Texas, Ortiz noqueó a Erickson Lubin en solo dos asaltos, asegurándose no solo la corona, sino también una diadema especial del WBC con motivo del Día de Muertos.
Desde el inicio del combate, el boxeador texano demostró su determinación, lanzando contundentes combinaciones y atacando los puntos débiles de Lubin con ganchos al cuerpo. Vergil supo mantener la presión y encontró el momento oportuno para conectar sus golpes, aprovechando que en el segundo asalto Lubin quedó acorralado. Ortiz aprovechó esta situación para lanzar una serie de golpes a la cabeza, incluyendo ganchos que impactaron el rostro de su oponente, dejándolo en una posición vulnerable.
Ante la incapacidad de respuesta de Lubin, el referí James Green detuvo la pelea a un minuto y treinta segundos del segundo asalto, allanando el camino para un posible enfrentamiento entre Vergil Ortiz y Jaron Ennis, un combate anticipado desde hace meses.
Momentos Destacados en el Ring
En la pelea coestelar, Daris Fulghum se enfrentó a David Stevens en un combate donde ambos púgiles tuvieron dificultades para imponer su estilo, resultando en numerosos agarres. Al final, los jueces dictaminaron un empate mayoritario con tarjetas de 96-94 para Fulghum y dos de 95-95.
Amari Jones, una de las figuras promesas, logró un nocaut en tres asaltos sobre Shady Gmhour en un duelo que evidenció claras diferencias técnicas. Jones, fiel a su etiqueta de favorito, aseguró la victoria con un contundente nocaut a los 2:54 minutos del tercer round, tras enviar a Gmhour a la lona en dos ocasiones. Con este resultado, Amari mejoró su récord a 15 victorias, 13 por la vía del cloroformo.
En el combate de pesos completos, Joshua Edwards obligó a la esquina de Zeno Vooris a detener la pelea tras dos cortes profundos en el párpado y la ceja izquierda de su rival. Edwards dominó los menos de nueve minutos de combate gracias a la potencia de sus golpes, extendiendo así su racha invicta.
La jornada televisada concluyó con el enfrentamiento de peso crucero entre Robin Safar, quien se alzó con una contundente victoria por decisión unánime (98-91, 99-90 y 99-90) sobre Derick Miller Jr., ganando el título Continental de las Américas de la WBA y sumando otra victoria a su récord invicto. Aunque Safar anticipaba un nocaut, la resistencia de Miller lo llevó a completar todos los asaltos. Safar elevó su récord a 19-0, con 13 nocauts.
