El reclutamiento para el Servicio Militar Nacional, un deber legal en México basado en el Artículo 5 de la Constitución, está experimentando modificaciones significativas. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha anunciado que, a partir de 2026, este servicio será obligatorio para todos los ciudadanos, tanto hombres como mujeres.
“Según lo estipulado en el artículo 5 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el servicio de armas se considera obligatorio y de interés público para todos los mexicanos, ya sea por nacimiento o por naturalización. Estos individuos servirán en el Ejército o la Armada, desempeñando roles como soldados, clases u oficiales, en función de sus habilidades y aptitudes”, se desprende del Artículo 1 de la Ley del Servicio Militar Nacional.
Aunque México promueve una política exterior basada en el entendimiento mutuo, el Servicio Militar Nacional tiene sus raíces en la etapa post-revolucionaria y fue reafirmado durante la Segunda Guerra Mundial. En aquel conflicto, México aportó el Escuadrón 201, y desde entonces se estableció que “en caso de conflicto bélico internacional, el Servicio Militar también será un requisito para los extranjeros provenientes de naciones aliadas de México que residan en el país”.
¿Quién deberá cumplir con el Servicio Militar Nacional a partir de 2026?
Históricamente, el cumplimiento del Servicio Militar recaía en los varones. Sin embargo, desde 2020, se abrió la posibilidad para que las mujeres también pudieran realizarlo de manera voluntaria. No obstante, el pasado 20 de noviembre, la Sedena comunicó las nuevas directrices que modifican este proceso.
Las nuevas normativas declaran que “el servicio de armas es obligatorio y de interés público para todos los ciudadanos mexicanos, ya sea por nacimiento o naturalización, quienes se incorporarán al Ejército o la Armada, sirviendo como soldados, clases u oficiales, de acuerdo con sus aptitudes”. Esta disposición representa un cambio trascendental para las mujeres, ya que el Servicio Militar Nacional deja de ser una opción exclusiva para los hombres y se convierte en un deber para todas.
Otro ajuste importante es que la fase de entrenamiento para las mujeres se llevará a cabo en 13 sesiones sabatinas, lo que se traduce en un periodo de aproximadamente tres meses, al final del cual se les expedirá la Cartilla Militar. Este lapso de entrenamiento también experimentará una reducción para los hombres a partir de 2026.
