“Este Puente, Mi Espalda”: Un Faro de Resistencia Feminista de Color en Español
La antología “Este Puente, Mi Espalda: Escritos Radicales de Mujeres de Color en Estados Unidos” llega por primera vez íntegra al español, presentando una colección poderosa de 29 textos que encarnan la resistencia, la oposición y la rebeldía. Lanzada originalmente en 1981 por Persephone Press y coordinada por la reconocida escritora californiana Cherríe Moraga y la filósofa texana Gloria Anzaldúa, esta obra se ha consolidado como un referente ineludible para el movimiento feminista a nivel global y a través de distintas generaciones.
Editada ahora por la UNAM y U-Tópicas, la antología ofrece una plataforma para voces de mujeres chicanas, latinas, indígenas, asiáticas y africanas en Estados Unidos. A través de la poesía, el ensayo, la crónica y la experiencia personal, estas autoras “tejen una teoría encarnada que rompe con los muros de la academia tradicional”. Sus escritos, presentados en formatos que van desde la memoria personal hasta el manifiesto político, abordan de manera profunda y visceral temas como el racismo inherente dentro y fuera del feminismo, los desafíos de las relaciones intrafamiliares en contextos de migración y segregación, la exploración de sexualidades disidentes y la fundamental amistad política entre mujeres.
Relevancia Contemporánea y Estrategias de Lucha
En un contexto actual marcado por el auge de movimientos anti-derechos, la publicación de “Este Puente, Mi Espalda” adquiere una relevancia sin precedentes. Cherríe Moraga, en una entrevista exclusiva, destaca que la antología “conjuga estrategias todavía vigentes para entender y enfrentar la multidimensionalidad de los sistemas de opresión”.
Junto a la artista Celia Herrera Rodríguez, quien aporta la acuarela “Omecíhuatl” (1979) y contribuye a la curaduría artística de la edición, Moraga reflexiona sobre la evolución del movimiento feminista. Si bien hace 45 años las voces de mujeres negras e indígenas de clases medias y bajas no resonaban con tanta fuerza, hoy se percibe un avance significativo. “Uno tiene que encontrar el punto de coincidencia”, señala Moraga, enfatizando que el feminismo contemporáneo es “más integrado, más global” y ha ampliado su alcance para defender causas como la migración y el medio ambiente. Este enfoque, recalca, subraya un interés “comunitario, no sólo íntimo, personal”.
El Impacto Global del Capitalismo Salvaje y la Política Opresiva
Celia Herrera Rodríguez añade una perspectiva crucial sobre la interconexión de las problemáticas actuales: “Lo común hoy es global y trasnacional. Estos tiempos de capitalismo salvaje afectan a toda la familia y a la comunidad”.
Moraga lamenta el retroceso en los avances feministas en Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, describiendo un escenario donde “casi todo lo que las feministas habíamos conseguido en cuatro décadas está completamente en retroceso”. La implementación de “otra manera de opresión” genera inseguridad generalizada. Sin embargo, también resalta un motivo de esperanza: “Estamos muy deprimidas y, al mismo tiempo, contentas de ver la resistencia multigeneracional y multiétnica que ha surgido en todo Estados Unidos ante las nuevas políticas opresivas y racistas”.
Herrera Rodríguez coincide en el amplio impacto de estas políticas, que trascienden la afectación a las mujeres e impactan negativamente en el bienestar social: “ha reducido el presupuesto en bienestar, salud, educación, seguridad, a los veteranos, a los migrantes. Todo es parte de la lucha actual”.
Un Puente para la Sororidad Latinoamericana y las Nuevas Generaciones
La antología se ofrece a las “hermanas hispanohablantes y latinoamericanas” con la esperanza de que sus luchas y experiencias proporcionen “algún sentido y apoyo” a las de ellas. Se resalta la importancia de la traducción colectiva realizada por Ariadna Molinari Tato, Jumko Ogata Aguilar, Alejandro Montelongo González y Dian Barberena Jonas, un proceso que asegura la “pluralidad y vigencia” de las voces originales al involucrar múltiples interpretaciones.
Las autoras vislumbran que “Este Puente, Mi Espalda” servirá como un punto de conexión con las jóvenes feministas de la “Marea Rosa” y otras corrientes. Su objetivo no es tanto enseñar, sino “escucharlas”. Si bien pueden compartir su bagaje histórico y la experiencia del movimiento, Moraga reconoce que las nuevas generaciones poseen “mejores herramientas para comprender lo que está pasando ahora” y “enfrentar mejor los desafíos” en una época distinta.
El mensaje final es un llamado a la memoria y a la perseverancia: “no debemos olvidar a nuestras antepasadas. Que no se desesperen, pues la lucha es larga. Hay que mantener la conexión entre nosotras. Y seguir resistiendo. Sólo juntas lo lograremos”.

