Jaime Rodríguez Calderón, reconocido en el ámbito político como ‘El Bronco’, difundió en plataformas digitales un inquietante audiovisual que documenta la presencia de enigmáticas esferas de luz flotando sobre lo que aparenta ser una elevación del terreno. El exmandatario de Nuevo León indicó que el evento fue registrado “muy cerca del rancho en Icamole”.
“Gente, me enviaron este video, ¿Qué procede ante estas situaciones?, ¿Sería apropiado ofrecerles unas cervezas? Espero sus sugerencias”, manifestó el exgobernador, invitando a sus seguidores a compartir sus opiniones en su publicación.
Entre las reacciones, un internauta comentó que, en grabaciones como la compartida por “El Bronco”, los animales suelen mostrarse “muy alterados”. Rodríguez Calderón corroboró que este detalle le llamó particularmente la atención, ya que “los animales no se equivocan”. Otro usuario en la plataforma de Facebook añadió que los seres vivos “perciben algo” y por ello se agitan. “A lo mejor son hechiceras y eso es aterrador, ¡cuídese Bronco!”, concluyó.
Origen de las luces observadas en el video del Bronco
Lejos de tratarse de entidades sobrenaturales, como sugieren algunas interpretaciones en línea, lo más probable es que las intrincadas luminiscencias sean en realidad fuegos fatuos. Estos son fenómenos de combustión que surgen tras la liberación de gas metano proveniente de materia orgánica en proceso de descomposición.
Diversas tradiciones culturales han asociado estas luces aéreas con seres feéricos, espectros o incluso presencias etéreas. No obstante, la explicación científica apunta a que se trata de gases que, al interactuar con el oxígeno, se inflaman de manera espontánea, generando un resplandor similar al fuego.
Una investigación publicada el 29 de septiembre de 2025 sugirió que las burbujas acuosas que contienen metano tienen la capacidad de encenderse por sí solas. Este fenómeno fue descrito en la publicación de la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences como “microrrelámpagos”.

La ciencia tras el suceso
Richard Zare, un químico físico de la Universidad de Stanford y el investigador principal del estudio, comentó para la publicación Scientific American que la primera reacción ante este descubrimiento podría ser la de percibir los fuegos fatuos como “elementos fantasmales y escalofriantes”.
En el curso de su estudio, el equipo científico determinó que, al ser rociadas con agua, algunas gotas adquirían cargas eléctricas opuestas. Estas cargas podían generar destellos al aproximarse entre sí. Dicha chispa era suficiente para desencadenar reacciones químicas en el aire circundante.

