Conforme al marco celestial, el 9 de noviembre marcó el comienzo de la trayectoria retrógrada de Mercurio en Sagitario. Nueve días más tarde, este movimiento continuará hacia Escorpio. La entrada de Mercurio, astro asociado con la comunicación, el intelecto y la cognición, en su fase retrógrada sagitariana inaugura un período de introspección mental y espiritual.
Sagitario, símbolo de la expansión, la búsqueda de la verdad y la perspectiva filosófica, hace que este tránsito pueda propiciar desorientación en los diálogos o confusiones. No obstante, también brinda la posibilidad de examinar convicciones arraigadas y expandir nuestra comprensión del universo.
IMPLICACIONES ASTROLÓGICAS DE MERCURIO EN SAGITARIO
Durante este lapso, la mente se orientará hacia la búsqueda de significados profundos. Surgirá la necesidad de reevaluar la trayectoria personal y discernir si las expresiones y acciones se alinean con los principios fundamentales. Al retroceder Mercurio hacia Escorpio, la energía se tornará más introspectiva, dirigiendo la revisión hacia el ámbito emocional y el subconsciente, donde verdades veladas podrían emerger.
En términos astrológicos, los arquetipos zodiacales que experimentarán un mayor impacto de Mercurio retrógrado son:
- Géminis: Al ser regido por Mercurio, sentirá de manera pronunciada este movimiento planetario. La retrogradación en Sagitario podría inducir ambigüedad o discrepancias en su comunicación, particularmente en relaciones sentimentales o proyectos compartidos. Sin embargo, una pausa reflexiva previa a la acción podría resultar en valiosas lecciones para su desarrollo personal.
- Virgo: También influenciado por Mercurio, Virgo utilizará este período para reestructurar su pensamiento y establecer nuevas prioridades. A pesar de que la retrogradación pudiera ocasionar retrasos o malentendidos en el ámbito profesional, se presenta como una oportunidad idónea para evaluar estrategias, concluir asuntos pendientes y prepararse para una metamorfosis significativa al retornar Mercurio a Escorpio.
